Los ojos de Joon Ho no pudieron evitar posarse en Gian cuando este se estremeció al sentir la brisa de aquella tarde-noche, y si bien, él también había sentido frío, no lo hizo evidente, dudando un poco entre decirle al doncel que regresaran a la casa y usara ropa más abrigada, aunque sabía que a su madre no le gustaría en absoluto que lo hiciera, porque parecía que ella estaba muy empeñada en que él “cortejara” al doncel, aunque en ese punto era tan innecesario porque ya era su esposo, además de que le había hecho la promesa de matarlo cuando su hijo naciera, y pensaba cumplirla. Apartó la mirada del doncel y guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón, sonriendo de lado cuando pensó que si Gian hubiera sido de su pueblo y perteneciera a una buena familia, esa salida pudo ser un cor