Joon Ho luego de ver la reacción de Gian ante su regreso, pensó que este no lo buscaría y que personalmente tendría que ir por él, y la sola idea le había disgustado tanto, pero, a pesar de que demoró bastante, vio al doncel que todavía llevaba a su hijo en brazos, ingresar en la sala de estar, en donde el soldado estaba esperándolo desde que dejó el jardín. Joon Ho no mostraba ninguna expresión en su rostro, no obstante, una parte de él, se sentía agradecida de que su madre no estuviera ahí, ya que la imaginaba haciendo un escándalo por lo que haría, pero a él le parecía algo bastante equitativo para justificar el romper su promesa. —¡Su Ji! —llamó el soldado a la nodriza. La mujer no demoró mucho en salir de la cocina, porque esa parecía ser su nueva área de trabajo cuando Gian no la