CAPÍTULO SIETE
Sofía no sabía qué hacer ni qué decir. Durante todo este tiempo, había estado buscando a sus padres y, en un espacio muy breve de tiempo, los había encontrado y perdido para siempre a los dos. Veía que Catalina y Lucas estaban igual de paralizados por la impresión de sus muertes, ninguno de los dos se movía, ninguno de los dos daba ninguna señal de tener más idea que Sofía sobre qué hacer.
La pena venía lentamente, como si solo a ella le costara tanto hacerse a la idea de que todo esto estaba sucediendo.
—Yo no puedo… —dijo Catalina, que estaba a su lado—. No sé qué hacer.
—Ya lo sé —dijo Sofía y se cogió a ellas.
Lucas hizo lo mismo y, por lo que debía ser la primera vez desde que lo conocía, Sofía vio que le caían lágrimas por las mejillas.
—Si yo no hubiera partido
