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Carolina Punto de Vista No debería haber podido dormir bien. Nunca había podido dormir en una cama nueva o en un lugar desconocido. Y ciertamente nunca comparti cama con nadie más, por lo que debi haber estado dando vueltas en la cama toda la noche. Pero eso no sucedió. En cambio, caí en un sueño profundo y sin sueños. Me desperté asustada un poco antes del amanecer. Solía levantarme temprano para trabajar en la granja, pero eso era más que un hábito. Un instinto urgente dentro de mí me hizo recuperar la conciencia. Al principio no sabía dónde estaba. Parpadeé hacia la habitación oscura pero luminosa con grandes ventanales y pasé las manos por las sábanas suaves y de alta calidad. Entonces todo volvió a mí. El Club Universitario. Alberto Weber. El beso que lo cambió todo. No era sól