Estaba loca por volver a la oficina después de tantos días de reposo. Adams me estaba volviendo loca con tantos cuidados excesivos, pero como bien dice Just, los Reyes son muy sobre protectores cuando de sus mujeres se tratan y más si están embarazadas.
Aún con las objeciones de Adams me encontraba más que lista para irme con él a la oficina a retomar mis labores.
—¿Será qué día me harás caso?
—Cariño, este tema no está en discusión—Dejo un casto beso en sus labios —. Además como dijo Leila y tú hermano; no hay nada de que preocuparse y puedo retomar mis labores.
—Me doy por vencido —Inspira —. Pero estaré pendiente de ti a cada instante y si te noto agotada o estresada regresaremos a casa, ¿de acuerdo?
—Como diga el señor mandón.
***
Al llegar a la empresa todas las miradas se
