Me había quedado a dormir en casa de Alex, al despertar en la mañana, mire a Alex mientras dormía, la verdad era muy hermosa o incluso más que eso, era mi definición de perfección. A los pocos minutos Alex despertó, ya la había visto despertar antes y aun así no me aburría de verla. Alex escucho la voz de su madre, y no pude evitar caerme de la cama, Alex me miraba con expresión de no saber qué hacer, cuando miro la ventana, negué con la cabeza y ella me dio mi chaqueta y mis zapatos. - Elena salta. - Espera... ¿qué? - Salta. - ¡No! - Ella no quiere chicas aquí, desde lo de Andrea. - Pero siempre le caí bien. - No me arriesgare, sal. Ella me beso y luego camine por el techo, no hacia esto desde secundaria. Mire el suelo y me dispuse a saltar, esto en verdad iba a doler, y no me equ
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