Capitulo 6 Cambio de Hospital

1223 Words
Narra Alex Después de que le di la noticia de que podría irme a vivir a su ciudad no recibí respuesta, ¿no le habrá gustado la idea o hay algo más que no me está diciendo? Val y yo tenemos cinco años de ser amigos, nos encontramos en un grupo en f*******: de fans de Vladimir Sputnik y desde que hablamos por primera vez hemos sido inseparables, ella es increíble, es mi mejor amiga, mi persona de confianza, nos hemos apoyado mutuamente y claro que no vivimos en la misma ciudad, pero gracias al internet ahora haces amigos más rápido.  —Dr. Hunter presentarse al área de urgencias, Dr. Hunter a urgencias ... — bueno ese es mi llamado, creí que sería una noche tranquila pero ya veo que no, veré la respuesta de Valentina después, tomo mi bata médica, guardo mi teléfono y me voy corriendo.  Urgencias es un desastre total, camillas entrando y saliendo, gente herida por todas partes y cero orden ¿Dónde estarán las enfermeras? Los paramédicos gritan, los familiares se acumulan y yo no sé qué hacer, todo es un caos —Dr. Hunter lo necesitamos aquí, cama seis por favor— me grita una enfermera desde una de las habitaciones, al parecer todas están ocupadas ¿tanta gente nos hace falta para llenar las necesidades de una sala de urgencias? Me voy corriendo y entro a la habitación. Será una noche larga.  Dos horas después hemos atendido a todas las personas que habían ingresado a la sala de urgencias, tenía demasiada hambre y necesitaba un baño urgente, así que me fui a las regaderas que tenemos en el hospital, me despoje de mi bata, mi ropa y me metí a la regadera, el agua caliente realmente ayudaba a que me pudiera relajar, mi turno se acaba en cuatro horas y podré ir a casa a dormir,  tenía los ojos cerrados pensaba en todo lo que había pasado el día de hoy, en Valentina y por qué no me había respondido, ya quería verla, me emocionaba mucho el poder pasar tiempo con ella, siempre me hace reír, aunque casi ya no hablamos mucho debido a nuestras responsabilidades, de pronto sentí unas manos acariciando mi espalda y sonreí pensando en que era ella, aunque eso fuera extraño, no la veía como algo más que una amiga, pero volví a la realidad cuando las manos se posaron sobre mi trasero —¿Qué demo...- abrí mis ojos y encontré a Lucía una de las enfermeras, desnuda y viéndome de una manera muy sensual —Alex, no te resistas, yo sé que tú también me deseas— tomó con sus manos una de las mías y se la llevó a uno de sus pechos, yo rápidamente la quite y cerré la llave de la regadera, ella era linda, pero no me interesaba de esa manera —Lo siento Lu, te equivocas, jamás te he dado motivos para pensar en eso, somos amigos y te agradezco el apoyo que siempre me brindas, pero hasta ahí, lo siento— la dejé ahí parada y rápidamente salí de la regadera, me puse mi uniforme del hospital y salí del baño. Tengo que pedir el cambio de hospital a la de ya.   Narra Valentina  Un nuevo día, anoche me había quedado dormida viendo el mensaje de Alex en mi celular, pensando en todas las cosas que pasarían si el decidiera venirse a vivir a la ciudad, me levanté de muy buen humor, tome una toalla y me metí a bañar. Sali 30 minutos después con una toalla enrollada en el cuerpo, hoy tenía la presentación del proyecto que había hecho ayer con Leonardo así que tenía que vestirme formal, no tenía tanta ropa formal, pero supongo que en el clóset de mi tía Grace podría encontrar algo que me pueda servir. Baje a la cocina y el desayuno ya estaba servido y Grace iba de un lado a otro —¿Tía estas bien? — le pregunto mientras me siento a comer. —Si hija, no te preocupes, estoy bien— podía notar que estaba algo nerviosa y desvelada, pero quiero pensar que anoche no le fue muy bien en su trabajo, cuando llegó yo ya estaba dormida. —Hoy no llegaré temprano, tal vez no venga, tengo un paciente nuevo y requiere más atención que los demás— me decía mientras tomaba un poco de jugo de naranja. —Ok, gracias por avisarme, pero ¿estás bien? ¿no es mucho trabajo para ti? puedo buscar un trabajo yo también, quiero ayudar con los gastos— le digo tomando su mano para que sepa que puede contar conmigo, ella niega rápidamente —¡NO! — me responde gritando y poniéndose de pie, —tu deber es estudiar y ya, se lo prometí a tus padres y a tu abuela, no trabajarás mientras estás estudiando y es mi última palabra— se fue de la cocina dejándome con la boca abierta, nunca hablábamos de mis padres y a mi casi no me gustaba preguntar, así que solo salí de la casa sin despedirme.  Leonardo me había mandado los diseños y ya tenía armada la presentación, mientras iba en camino a la escuela iba repasando lo que tenía que decir, el profesor Eduardo no es una persona difícil, pero si exigente, te pedía más de lo que puedes dar y así obtener mejores resultados, presiento que será un buen día. Llegué a la escuela y me dirigí hacia el salón de clase, en el camino me encontré con Leo y coordinamos los últimos detalles de la presentación. Eduardo entró por la puerta 10 minutos después organizando los equipos para empezar a exponer. Leo y yo somos los terceros en exponer, ponemos la presentación en el proyector y empezamos a explicar nuestro proyecto —La app podrá ayudar a miles de personas que tengan discapacidad motriz y también se pueden agregar personas de la tercera edad que necesiten ayuda de terapias o les guste hacer ejercicio, cuenta con versión premium que te incluye un asesor personal o la versión gratuita con ejercicios ya establecidos— trataba de explicar lo mejor posible nuestra idea para que Eduardo la aprobara —entiendo, pero que pasa si la persona con discapacidad motriz no entiende los ejercicios, ¿Quién le ayuda? y ¿si el familiar que cuida a esa persona no entiende de tecnología y no sabe poner los ejercicios? ¿realmente se podrá utilizar? — preguntaba Eduardo anotando todo en el cuaderno que tenía en las manos. Realmente no sabía que responder hasta que Leo habló por mi —Entendemos tu preocupación, aún estamos en proceso de agregar más cosas a la aplicación, incluso mi papá me está ayudando a poder transmitir en televisión los ejercicios— Leo me había dejado con la boca abierta y al parecer a Eduardo también porque no le respondió nada. —Ok, pueden pasar a sus lugares— nos dijo y se puso de pie.  Eduardo comenzó a explicar lo que haríamos en las siguientes clases, —Jóvenes tengo una noticia que darles, es sobre la clase del jueves— borró lo que había en el pizarrón y comenzó a escribir algo en el pizarrón. Oh no, ese día faltaría, ¿me perderé la firma por venir a clase?, espero que no.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD