—¿Te gustaría un ultrasonido o una prueba sanguínea? —Ah, pues…— dijo y Cedrick le prestó atención —lo que sea más efectivo – menciono Aura sintiendo que le faltaba el aire. El médico asintió y luego de mencionarle los porcentajes de efectividad, mandó llamar a la enfermera que se encargaría de la extracción y el análisis posterior. Aura talló sus manos sobre la delgada tela de sus jeans de mezclilla y asintió, una vez que la enfermera tuvo todo preparado, llevó a Aura con ella, dejando a los dos varones solos en el consultorio. Cedrick tomó asiento por primera vez frente al escritorio, lucía tranquilo aparentemente, pero el joven médico notó su ansiedad al verlo observar sin interés las paredes de ese lugar. —¿Nervioso? – cuestiono El rubio posó sus fríos ojos en