Salí con lágrimas en los ojos, no sabía que hacer! Quería entrar y confrontarlo pero al parecer aquella vez que los escuché hablar era cierto. El amor no se hizo para mi! Ahora solo tengo que ver por el bienestar de mi bebé. Regresé a mi casa de donde jamás debí de haber salido. Fui directo a mi habitación a llorar como a aquel niño que le han quitado un juguete. Que haría? Cómo enfrentaría a Luciano?, Y pensar en lo mal que me sentí cuando Alfredo( Rodrigo) y yo nos besamos, confieso que me dejé llevar porque su voz me recuerda a Rodrigo pero sé que no es el. Al día siguiente. Como siempre llegué a una hora prudente a la oficina, antes de que pudiera sentarme Maritza entró con una taza de café para mi. —Maritza— Buenos días, te traje un café! Mi her.. bueno el vicepresidente me dijo q