—¿¡Qué hiciste qué, Yessica!?—preguntó gritando madame por la línea telefónica. La había regado, no era parte del plan, pero creí que sería mucho más fácil. Si aceptaba el trabajo ¿no? Estaría cerca de mi objetivo, además de poder ganarme su confianza.—, ¿Me explicas por qué lo aceptaste sin consultarme primero? —Mada…tía, sé que no era parte del plan, pero no cree ¿Que conseguimos un excelente avance para ser el primer encuentro? Piénselo bien, trabajando con él tendré más oportunidades… —¡Es un desastre, LUANA!—gritó exasperada—, No puedes mezclar ambas cosas, te verá como una empleada y no como su futura esposa. —Pero usted dijo que…—iba a responder cuando me interrumpió. —¡Te dije que podías llegar a él! No que trabajarás con él—respondió—, Le dirás que no puedes renunciar a tú em