Bienvenida a mi mundo.

Capítulo 2

Estaba en la cama acaba de despertar, encendí la tv, y que sorpresa mi madre estaba en las noticias en una de sus obras de caridad. Rodee los ojos y me levante para ducharme y tal vez salir un rato, no tenía mucho que hacer me había graduado de la universidad hace unos meses de empresariales.

Luego de salir de la duchar, note el clima aun lluvioso y decidí poner unos Jeans oscuros, una camisa de mangas larga algo holgada de color salmón, tacones no tan altos de igual color salmón, un abrigo largo de color n***o, me coloque no mas que un reloj, un anillo y un collar, y finalmente peine mi cabello y lo deje suelto. Tome un pequeño bolso y guarde mis cosas.

Baje a la cocina y me senté a desayunar junto a Fanny la cocinera/Niñera/psicólogo personal/ consultora de modas. Fanny me ha cuidado siempre ya que generalmente aquí en casa, literalmente ella me crio cuando llego a casa ella tenía 19años y ahora tienes 32. Confiaba en ella era mi amiga del alma y fiel confidente. En esta vida de m****a, puedo contar mis amigos con los dedos de la mano, sé que ellos ni con todo el dinero del mundo me traicionarían porque literal tiene casi todo el dinero del mundo.

Converse un rato con Fanny, para luego levantarme, tomar mi cosas y salir de la casa. Subí a lo auto y mire al asiento de atrás y allí estaba el libro de la chica de anoche. Lo tome y comencé a ojearlo estaba un poco desgastado. Se veía interesante.

Lo coloque en el asiento del copiloto junto a mis cosas y comencé a conducir a un pequeño café en el centro de Melbourne.  Me encontraría con un amigo allí para ya saben chismear un poco y ponernos al día. Mientras conducía escuchaba algo de música de la radio, amaba esta ciudad tanto de día como de noche.

Al llegar, me baje del auto y como de costumbre allí estaba los fotógrafos.  Entre al café. Busque a Víctor mi amigo y lo encontré para luego caminar hacia él. Tome asiento y él ya había ordenado por mí.

- Hola Kate, ordene por ti, un café un pastel de fresa querida.

- Gracias Vic.

- Cuéntame. ¿Qué hay de nuevo?

- Estoy un poco triste. Tal vez me compre un perro o algo.

- Hm. Igual yo me siento solo. A pesar de que mírame soy pelirrojo. Soy hermoso.

- El dinero no lo compra todo, ni te da felicidad.

- No Kate. Pero compra un Yate con muchas mujeres en él y jamás he visto un hombre llorar en un yate con muchas mujeres en él.

Me reí ante su comentario, y comí un poco de mi paste.

- Me comprare un perro.

- ¿Y tu padre Máximo crees que lo acepte?

- Si, tal vez mi madre invente una fundación como cuando lo hizo cuando se enteró que era bisexual. Ya sabes todo es apariencia.

- Eres cruel.

- Lo se

Seguimos charlando, hasta que note que había llegado un mensaje a mi celular. Lo tome y revise que era. Y para mi sorpresa era Victoria, la chica de anoche.

"Hey Katherine, tengo tu chaqueta, ven a mi universidad, estoy en hora libre"

Envió las condenas en GPS, me despedí de Víctor y salí del café para luego subir a mi auto y conducir a la universidad de Victoria. Quedaba a unos 20 min de distancia.

Al llegar, me estacione y tome el libro de Victoria para de volverlo, comencé a buscarla, hasta que note que estaba en una mesa con dos chicas a su al rededor pareciera que peleaban. La verdad pensaba si meterme o no. Pero ya que... Camine hasta a ella, escuchaba los insultos crueles de las dos chicas, me detuve atrás de ella. Y note las miradas de impresión de las chicas.

- Buenos dias chicas.

Victoria me miro algo apenada. Imaginó que había escuchado todo.

- Tú eres Katherine la hija de la congresista.- dijo una de ellas con esa mirada de interés.

- Si, lo soy. Escuche lo que le decían a mi amiga. Y no creo que quieran meterse con ella.

Las chicas se miraron y se fueron. Victoria me miro.

- Gracias...

- De nada, ven te llevare a casa

- Debo ir a trabajar.

- Pues te dejare en tu trabajo.

- No quiero molestar

-¿Me dirás que no a mí?

Ella sonrió y me miro. Debo admitir que la chica es tiene un bonito encanto.   La tome del brazo y caminamos  al auto.