SEMANAS ATRAS
ASAMBLEA ECONOMICA.
MOSCÚ, RUSIA.
Si la elegancia y la belleza pudieran formar una dupla perfecta, sin duda, el ejemplo perfecto, sería Alessandra Kadyrova. Pudo haber sido ese vestido color rosa palo que escogió o simplemente la forma tan delicada en como se apegaba a sus curvas, lo que si quedaba claro, fue que en cuanto entró a aquella sala del brazo de su esposo, decenas de pares de ojos vinieron a ella.
Era su belleza, mezclada con que, por primera vez, Valery Kadyrov llegaba a un evento, de la mano de una mujer. El mar de comentarios no se hizo esperar, todo el mundo tenía alguna opinión para dar, desde que era una de sus compañeras de cama, hasta que posiblemente ya tenían una relación sería, pero cuando el anfitrión de la asamblea se acercó a ellos para darles
