SEMPITERNO| CAPITULO 117| ORIANA

1342 Words

KEMEROVO, RUSIA Un momento de debilidad que ella pudo presenciar. Los demonios de un hombre que toda la vida llevaba luchando por encerrarlos, no podían mantenerse siempre dentro de una gran jaula, porque tarde o temprano, los gruesos barrotes que encierran a esos demonios, se irán desgastando, pues ninguna prisión es eterna. Los únicos abrazos que Valery tuvo de niño, fueron ofrecidos por su cálida madre, pero el tiempo y nuevos malos recuerdos se encargaron de borrarlos de su cabeza para siempre. No recordaba como era sentirse amado, pero Alessandra lo rodeó con sus brazos y se durmió pegada a él como si eso le sirviera para brindarle un poco de consuelo. Tal vez, un abrazo no borraría en ningún momento el dolor que tenía atorado en el pecho, pero sí guardaba una sensación de cariño

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD