Narra Matheo
—No te quedarás aquí— declaré en el momento en que regresé—.Empaca lo que necesites, que vienes a mi casa.
Pensé que ella se opondría a la idea, pero esperaba que se hubiera asustado lo suficiente como para no hacerlo. Me sentí agradecido cuando todo lo que dijo fue: —No me iré sin Briana.
—Puedes traerla— dije, aliviado.
Tomaron las cosas que necesitaban y en un corto viaje después estábamos de regreso en mi casa. Nuestra ama de llaves Mariah les mostró diferentes habitaciones, pero Mariah dijo que ambas decidieron quedarse en la misma habitación. Me di cuenta de que ambas estaban gravemente conmocionadas y eso me enfureció aún más por el ataque. Estaba a punto de entrar a la reunión con mi jefe de seguridad cuando Levan me llamó.
—Acabo de escuchar— dijo, en voz baja,
