Me levanté con entusiasmo tal vez por el mismo control, tenía ansias de ver a mi hijo así fuera por una pantalla. Me dirigí hacia el baño, dándome una buena ducha seguida de un masaje en crema hidratante para colocarme mi ropa interior roja, mi blusa ancha amarilla con una flor y un leggins suelto para proteger mi pancita. Salí y me coloque unos tenis acompañado de unos aretes, un poco de delineador y el cabello recogido resaltando mi rojo que se iba desvaneciendo lentamente debido a que no podía pintarlo evitando daños mayores a mi hijo, odiaba eso.
Jaime seguía durmiendo, así que bajé a la cocina a prepararme un cereal con yogurt para irme a coger el taxi directo al control; no quería molestarle su sueño o tal vez seguir comprometiéndolo. Llegué media hora después, esperando el llamad
