— Digo… Que tú tienes que aceptar este matrimonio, lo quieras o no. — Afirmó Margaret llena de convicción. — ¿Por qué? — Isabella sintió un corrientazo por todo el cuerpo, una sensación de ahogo la invadió. — Es complicado, pero necesario… Eso es todo lo que necesitas saber. Replicó Margaret, e intentando evadir el tema, simuló acomodar los papeles sobre su escritorio, esperando que Isabella sé marcharse sin decir nada asumiendo su próximo matrimonio. Por ese momento, Isabella se olvidó del temor que le producía su abuela y de su autoridad… Era más grande el miedo verse casada con Máximo, lo que provocó que tuviera el valor de enfrentar a Margaret. — Pero yo… Yo no quiero, no quiero casarme con ese hombre… Y él tampoco me quiere… Ya lo escuchó, él me rechazó… No soy apropiada… — Balbu