Los días se volvieron esencialmente hermosos, Máximo se había convertido en todo un caballero y en el hombre con el que, cualquier mujer soñaría. Sin embargo, aunque Isabella no podía pedir más, muchas veces sentía miedo de que su burbuja de felicidad estallara y terminara chocando con una triste realidad. ¿Podría ser cierto?, ¿sería así para siempre o su cambio era momentáneo por qué estaban solos en su luna de miel? Isabella observaba desde el balcón a su esposo, quien salía de la playa en su pequeño traje de baño, con ese aire tan atractivo y varonil, con sus músculos goteando, su corazón dio un sobresalto como siempre le ocurría cuando lo veía. Había muchas dudas en la mente y el corazón de Isabella, no obstante, había una única certeza, algo que había descubierto hacía muy poco y