Estaba aún esposada en esa cama, buscando la manera de soltarme cuando la puerta de la habitación donde me tenía, al parecer es una bodega no es una casa, allí estaba él, ese idiota que se ha metido en mi camino, por su culpa el cobra se escapo , al verlo lo primero que hice fue preguntarle por qué no me dejo matarlo, él se sorprendió ante mi pregunta y me dijo que porque quería matarlo si él no me ha hecho nada, ni siquiera me ha golpeado, pero después de él entro otro chico muy guapo, con un humor muy agradable y chistoso, le dijo que no hablaba de él sino del cobra, que idiota es ese hombre, su maldad no lo deja pensar, el chico se presentó y se tuvo que ir, según tenía asuntos que atender, se llama Santiago, salió dejándome sola con este imbécil . Nos quedamos en silencio mirándono