Matthew conducía a gran velocidad, necesitaba encontrarla, Samantha no tenía la culpa de nada de lo que le estaba pasando, solo su hermano, uno que había desaparecido hace un día y no se había dignado a llegar a la casa, sabía que con una llamada podía averiguar dónde y con quién estaba, pero no lo haría, porque por él, Micah podría pudrirse en el infierno que le daba igual, simplemente no le importaba, hacía mucho que había dejado de hacerlo. Matt volvió a maldecir cuando una gran lluvia empezó a caer, no podía creerlo, unas cuadras antes de llegar vio un pequeño cuerpo caminando debajo de la lluvia, frenó de inmediato en cuando la reconoció, no le importaba mojarse, en cuanto se detuvo, salió del auto y corrió hasta estar al frente de ella, no pudo evitar que sintiera el pecho latir fu