En cuanto llegaron al departamento, Sam de inmediato buscó entre las toallas nuevas que habían comprado y le pasó unas a él. —Deberías ir a cambiarte — dijo Matthew algo serio, se colocó una toalla alrededor de su cuerpo, tratando de así quitar un poco el frío. —Necesitamos hablar Matthew. —Lo sé, pero ve y cambiante, no quiero que te resfríes. — —Pero.. tú no puedes quedarte mojado. —No te preocupes, yo me quitaré la ropa y me voy a tomar el atrevimiento de usar tu secadora de ropa y una bata de baño, para poder cubrirme mientras mi ropa se seca y hablamos, ¿Quieres? — Samantha asintió. —Bien, yo voy a cambiarme, tu ve al cuarto de lavado, y aquí te veo. Samantha salió nerviosa hacia su habitación, no sabía qué hacer con eso que sentía en su estómago, pero en cuanto llegó a