En cuanto Samantha y Andrew llegaron al restaurante, un camarero los llevó a la mesa donde Alice los esperaba. Samantha observaba el lugar maravillada, era muy lujoso, sus grandes ventanales en lugar de paredes lo hacían precioso y luminoso, los candelabros eran tan hermosos, parecían de otra época, pero igualmente lujosos. Samantha se dio cuenta cuando iban llegando a la que era su mesa porque una mujer rubia falsa, según el criterio de Samantha y con un cuerpo increíble se ponía de pie con una gran sonrisa al ver a Matthew, no pudo evitar sentir celos. —Matt, hola, por fin llegas. — Matt la abrazó con gran cariño, para luego darle un beso en su mejilla. —Hola, Alice, te ves hermosa — Claro que se veía hermosa, Samantha estaba que le daba un ataque de celos, esa mujer era muy atracti