—¡Junnie el desayuno está listo! —gritó el omega, acomodando la mesa para seguido sentarse a desayunar—. ¡Jungho! —volvió a llamar cuando su hermano no apareció en su pequeña cocina. Un adormilado Jungho aún con sus ojos medio cerrados y ya vestido se sentó frente a su hermano de forma perezosa. Haciendo un esfuerzo por mantener sus párpados arriba, tomó la cuchara y tanteo buscando algo de su cereal favorito para luego llevarla hasta su boca. Lamentablemente, falló tristemente en el proceso al terminar en su mejilla en vez de su boca para diversión del omega. La carcajada de JiHun no se hizo esperar al contemplar el rostro manchado de su hermano y como este ni se inmutaba, solo movía lentamente su mandíbula comiendo lo que sí había alcanzado a caer en esta. Negando con una gran sonrisa