JiHun observó el teléfono móvil frente a él y gimió alzando sus manos para ocultar su rostro. —¿Ese soy yo? —preguntó con bochorno. —Si Hunie, eres tú —asintió el alfa con una sonrisita burlona. —¡Junnie! —exclamó bajando sus manos para observar a su hermano—. ¿Por qué me dejaste hacer algo tan vergonzoso como eso? —lloriqueo empujando las manos del alfa que seguía mostrándole el video y las fotos una y otra vez. Jungho rió alegremente al contemplar el rostro de su hermano con un suave rojo, uno que pintaba hasta sus orejas de la vergüenza que sentía el omega ante su comportamiento. —Ay hyung —rió y bufó—. ¿Qué se supone que debía hacer entonces? —preguntó—. Yo tenía que preparar el desayuno y tú estabas en ese trance. No quería dejarte solo pero no podía estar haciéndole mimos mientr