LA LOBA DEL ALFA

La tormentosa noche llegó, la lluvia caía sobre la copa de los árboles y los animales se escondían creando un silencio abrumador, el olor a miedo llenaba el bosque mientras los más fuertes podían olerlo a gran distancia, la sensación de cada poro liberando miedo al verlos pasar era inevitable. Las gotas golpeaban a cada lobo que avanzaba a gran velocidad para interceptar a los salvajes, el Alfa llevaba sobre su lomo a su hijo que los apoyaba en cada pelea a pesar de no tener su lobo aún. — ¡Papá ya casi llegamos! — Gritó el chico que apenas podía mirar con tanta agua bajando por su rostro. El silencio del exterior no se comparaba con el gran ruido que había dentro de la mente de los lobos que se unían con el vínculo de manada, solo los truenos retumbando rompían el canto de la lluvia. Todos hablaban y se animaban mientras planeaban detalles del ataque, pero afuera apenas y se escuchaban sus pisadas. El Alfa bajó a su hijo al encontrar a los salvajes que estaban listos para pelear mientras el regresó a su forma humana. — Esto no tiene que ser así, vamos hermano termina con esto — La mirada del lobo enemigo estaba llena de odio y era asesina. — Deja de fingir ser un buen líder, tú y yo sabemos que ese puesto era mío, mi padre debió nombrarme Alfa a mí — El hijo del Alfa intervino hablando con su padre. — Por favor solo hay que pelear, él no está dispuesto a llegar a un acuerdo, perdemos el tiempo — Pero al Alfa no le gustó la idea. — Cállate, esto es entre nosotros, tu solo protege a la manada, no lo olvides jamás dejes de ser generoso hijo — Le dio una sonrisa, la última mientras ambos asienten y el Alfa dejó salir a su lobo de nuevo, esta vez avanzó decidido a terminar con esta pelea entre hermanos que le ha costado la vida de varios de sus lobos en la manada. Avanzaron rápido al frente y sus lobos detrás de él siendo fieles a su Alfa, su hijo también lo acompañó con un grito de guerra y un par de dagas en las manos. El silencio del bosque se ha roto y en su lugar el ruido de los lobos mordiendo y destruyendo a su paso asustó a las aves y los pequeños animales del bosque, la batalla entre los hermanos era letal, cada mordida y rasguño penetraba profundo en su piel y ambos estaban rendidos, pero ninguno dispuesto a perder. “Esto se acaba hoy hermano” pensó el Alfa que se lanzó, pero su hermano regresó de pronto a su forma humana sacando una daga de plata acertando en el corazón del Alfa que no pudo detenerse a tiempo, murió casi al instante, todos se detuvieron mirando como caía el Alfa a los pies del enemigo, el vínculo de manada se rompió sintiendo el dolor de su Alfa al morir. En un instante la ira lleno la mente del ahora futuro Alfa. — ¡PAPÁ! — Gritó mientras se lanza contra su tío que metió las manos recibiendo cada corte en las manos, el hijo del Alfa clavó su daga varias veces en el cuerpo del enemigo, algunos lobos enemigos intentaron quitarlo para proteger a su líder, mientras los demás intentaban proteger a su futuro Alfa, uno de ellos logró golpearlo lanzándolo varios metros por el aire. Una loba guerrera de pelaje rojo se acercó al chico que se reincorporaba lento. — Debemos irnos ya están muertos, ambos — Dijo a otro lobo por el vínculo. — Lo siento Vickram, pero debo sacarte de aquí — Le dijo uno de los guerreros que lo ayuda a ponerse de pie, tomaron el cuerpo del Alfa y emprendieron la retirada. El hijo del Alfa corre para poder liberar su alma, las lágrimas que derramaba no se distinguen con la lluvia, ese sería el único momento que tendría para llorar a su padre sin demostrar debilidad ante su manada. . El funeral del Alfa ha sido muy triste, era amado por todos y sienten un vacío en la mente, deben tener pronto un nuevo Alfa que unifique a la manada. — Diosa Luna, solo tú sabes lo que haces y la razón por la que te lo has llevado, cuida a mi padre por mí, llévalo junto a su mate él era un gran líder y un buen padre, no lo dejes solo — No habría más tiempo para estar triste, ahora solo queda seguir adelante. . .  (Axel) — Estoy listo — Al salir por el balcón Axel es recibido por una gran multitud, todos los lobos se han reunido para recibir a su nuevo Alfa, joven guapo y arrogante, mirando por debajo a todos, presumiendo su hermoso cabello n***o ondulado y sus ojos oscuros que hacen juego con un bello lunar en su pómulo. — ¡A partir de ahora, nuestra manada se dirigirá a nuevos mundos, conectando con el resto del mundo seremos grandes mi bella manada ¿porque seguir en las sombras si podemos unirnos a ellos? y vivir tranquilamente bajo la luz del sol, los tiempos han cambiado y es hora de que el mundo nos conozca — Está lleno de ideas y su nombramiento es solo el comienzo de una nueva era para los hombres lobo. — ¡Así es como ahora viviremos, bajo las reglas de nuestro nuevo alfa Vickam Axel! — Dice el anciano a cargo que cede por fin el control al joven, solo le dieron una semana para prepararse pero a él le tomó tres días, su padre le ha enseñado todo y debe proteger a la manada. — Tráeme a esa chica, la que no deja de mirarme con deseo — Ordena al chico que está a su derecha. — Si Alfa — Responde su ahora Beta que realiza la orden de inmediato moviéndose entre los lobos. — ¿Me llamaste Alfa? — Dice la chica de manera coqueta al llegar ante su nuevo líder, una sonrisa de lado y el cabello teñido de rubio dejando ver sus raíces negras. — Ven conmigo — Le dice mientras caminan solos por un momento. — Iremos a la reunión privada así que, ponte algo lindo y sexy, se ve que tienes buen cuerpo — La mira de pies a cabeza sin tanta emoción pero a la chica le ha fascinado la idea de ser vista con el nuevo Alfa y sobre todo estar en su cama. — De acuerdo Alfa lo que usted desee — La chica se va y el nuevo Alfa sin lobo toma el control de su manada, su agresividad humana es suficiente para que todos lo respeten, en la escuela todos lo respetan y ahora que es el Alfa no podría ser de otra manera. Dos grandes líderes vienen a su recibimiento, el Alfa de Alfas de su continente y la reina lobo. — Mi reina, es un honor conocerla — Dice Axel haciendo una reverencia, pero la reina lobo lo golpea en el brazo dándole una sonrisa. — ¡Hay vamos Axel!, tenemos la misma edad, yo también tengo diecisiete y mi Alfa también, él es Sadiel, futuro Alfa de Alfas — Axel hace una reverencia ante su máxima autoridad de nuevo. — Es un honor tenerlos aquí, espero que puedan venir para mí cumpleaños dieciocho y me acompañen a recibir a mi lobo — Siempre hablando mucho respeto pues aunque es un Alfa y el gobierna sobre su pueblo, la chica de bellos ojos gobierna sobre todos los lobos del mundo. — Seguro que sí, estaremos aquí lo prometo, pero solo yo podré correr contigo, cumples años antes que Sadiel — Axel asiente y agradece. Después de un rato y muchas formalidades puede retirarse del salón que al fin se ha quedado vacío. Axel espera tranquilo en su habitación después de la reunión que lo ha dejado cansado, la reina lobo tiene mucha energía y hasta que ella decidió retirarse fue como pudo volver. Ha pedido a la chica un pequeño favor antes de ir a su lado y esta obedece sin pensarlo ni pena alguna. — La chica ya está aquí Alfa — Le dice su Beta abriendo sin tocar la puerta. — Tráela y no te alejes mucho — El Beta Ángel no es exactamente su mejor amigo, pero no es como que el nuevo Alfa tenga muchos así que su padre lo dejó nombrado Beta junto con Axel Alfa antes de morir hace unos días, al parecer ya sabía lo que pasaría aquella noche. . . ( Palabras de Axel ) — Mira nada más, estás bastante bien y eres linda — Una sonrisa de lado está en mi rostro. La chica esta tendida en la cama con las piernas abiertas, recibiendo a su Alfa, pero no hacemos ningún contacto físico, más que entrar y salir de ella, intenta tocarme pero alejo sus manos de mí, sus quejidos son algo lindos que me motivan un poco más hasta que termino y me alejo de ella entrando al baño para ducharme, no quiero rastros de ella en mí, independiente del condón, que sin él no hay juego. — ¿Aún sigues aquí? — Le digo al salir del baño y mirarla acostada tapándose con una de mis sábanas que sin duda tendré que tirar. — Acuéstate conmigo — Dice levantando la sábana para que me acueste con ella. — No lo creo, ya vete — Le ordeno. — Pero acabamos... —. — ¡Exactamente!, acabamos, ahora lárgate, que seas tan fácil no es mi problema, ve a buscar a tu... pareja destinada o lo que sea que hagas, pero desaparece de mi vista — Interrumpí ante de escuchar su queja. Muchas chicas han estado en mi cama pero ninguna ha sentido mis besos y mis manos, el amor que con tanto celo guardo será solo para mi mate, pero soy un chico necesito desahogarme, la chica toma sus cosas y sale rápido de mi habitación al notar que comienzo a molestarme, tendría que ser muy tonta para llevarme la contraria. — Pronto recibiré a mi lobo y seré el Alfa más temido de todo México, sin duda el poder me encanta, nada puede salir mal — Digo en el balcón hablando con la Diosa Luna, miro abajo como la chica sale de prisa acomodando su cabello. — Soy simplemente perfecto, ¿no lo crees Diosa Luna?, has creado al Alfa perfecto, debes estar tan orgullosa, te luciste con mi creación — Miro a la Luna que brilla con fuerza esta noche y voy a dormir tranquilo y agotado. — Buenos días, ¿puedes oírme? — Una dulce voz me despierta esta mañana y comienzo a moverme en la cama. — ¿Como amaneciste? — Me pregunta. — Bien, ¿quién eres hermosa? — Su voz me atrae como perro en celo, es tan deliciosa al oído y abro los ojos despacio, pero no veo a nadie en la habitación, creí que alguna chica mala se había escabullido para estar conmigo pero no hay nadie. — Lo habré soñado, ¿dónde escuché esa voz tan bella antes? — Un silencio invade la habitación, mi piel se eriza dejando un rastro de miedo. Tomo un juego de ropa deportiva, negra con dos líneas blancas a los lados y una camisa de algodón manga larga blanca, mis tenis blancos y después de arreglarme salgo a recorrer la manada, no me preocupan ni los chupacabras ni los vampiros, entre ellos y mi manada vivimos bien, en armonía, sin embargo debo preocuparme de mi propia especie lo que es lamentable. Veo a un grupo de chicos de la escuela hablando, son un año más chicos que yo. — Mocosos solo pierden el tiempo — Digo en voz baja rodeando el parque. — ¡No me digas! — Esa bella voz de nuevo me sobresalta, no la había imaginado, ¡es real la escuché!, miro alrededor pero no veo a nadie . — ¿Hola? — Pregunto pero no hay nadie cerca de mí, es algo aterrador, alguna chica me estará acosando o quizá no sabe usar el vínculo, pero lo dudo. Regreso a mi casa, es enorme y lujosa por fuera y por dentro y me dejo caer en el sillón marrón mientras siento uno de los cojines. — ¿Esa voz, quién eres? — Pienso en voz alta. — Soy Zarena — Escucho de pronto. — ¡Pero que carajos! — Me levanto de golpe y estoy solo en mi enorme casa, los enormes ventanales están cerrados y ni un empleado a la vista. — ¿Zarena?, ¿qué carajos está pasando? — Mi corazón está agitado. — ¿Quién eres y por qué suenas como un hombre? — Me pregunta la voz. — ¿Dónde estás y por qué me estás hablando? — Respondo, estoy de pie esperando mirar a la persona que me habla. — Yo soy Zarena, acabo de despertar soy un espíritu animal y se supone que estaría con mi humana, sin embargo solo te escucho a ti — ¡Debe ser una maldita broma!. — ¿Por qué estás en mi cabeza? — Le cuestiono, mi corazón va a explotar y comienzo a sentir miedo. — Creo que tenemos un problema — Dice. — ¿Eso crees? ¡lárgate! ¡yo estoy esperando a mi lobo! ¡un macho! — Debo estar enloqueciendo. — ¡Despierta Axel despierta! — Me doy varias cachetadas que me arden como el infierno pero sigo en el mismo lugar. — ¿Tu eres mi... mi... lobo? — Le pregunto, estoy lleno de terror, jamás había sentido miedo por nada, incluso había ido a las peleas de mi padre y me enfrente a otros lobos, pero esto, ¡esto es espantoso!. — Yo soy tu loba, Zarena y por lo que escuché eres Axel, mucho gusto en conocerte — Responde la loba en mi cabeza. — ¡No!, ¡esto debe ser un error, no puedo tener una loba!, necesito ayuda la Diosa Luna debe haber cometido un error, jamás me daría una loba, yo necesito a un lobo, fuerte y valiente ¡como yo! — Salgo desesperado en busca del chamán para que me ayude, debe tener una solución a esto. — ¡Chamán, chamán, chamán! — Llego corriendo y gritando a su casa, abro las puertas de golpe y dentro está una mujer con su pareja que están en una consulta. — Alfa — Dicen haciendo una reverencia pero solo los tomo del brazo y los saco cerrando la puerta tras ellos. — Pase Alfa ¿en qué puedo ayudarlo? — Mi rostro demuestra todo el miedo que siento ahora. — ¡Tiene que ayudarme! — Le cuento la situación, tan extraña e imposible, ¡una loba en mi cuerpo! y el comienza a hacer sus cosas de chamán. — Alfa aquí puedo ver qué si es un error, también puedo ver que si puede solucionarlo — Me dice y es lo mejor que eh escuchado en toda mi maldita vida. — ¡Pues hágalo! ¡saqué a esta loba de mi cuerpo y traiga a mi lobo! le daré todo lo que quiera — Saco mi cartera pero el me detiene. — Lo siento, pero no puedo hacerlo la mujer con su lobo debe estar aquí y deben estar de acuerdo los cuatro para poder hacer el cambio, pero no se preocupe tiene dos años para encontrarla e intercambiar —. — ¡Que! ¡dos años! ¡jamás voy a encontrarla! ¿dónde está? — Lo señalo. — Puedo ver que no es de aquí, pero sin duda ella vendrá a ustedes no se preocupen — Me responde tranquilo, ¿Que no me preocupe me dice?. — ¿Cuando? — Pregunto. — En seis meses, aquí está muy claro y eso es extraño, el futuro no parece ocultarse de ustedes — Dice el chamán sin poder creerlo. — ¡Excelente! ¡justo cuando mi lobo salga! — Y la voz de la loba resuena en mi mente de nuevo. — Loba dirás, soy una loba — ¡Su voz me irrita!. — ¡Tu cállate! — Le grito y miro furioso al chamán. — Nadie puede enterarse de esto, usted es el único que lo sabe, si alguien más se entera... le arrancaré la maldita lengua, ¿¡le quedó claro!? — Amenazo, debo asegurarme de que nadie lo sepa. — Si Alfa, nadie lo sabrá — Me responde haciendo una reverencia. Salgo furioso sin mirar atrás azotando la puerta de madera vieja, podría salir a buscar a mi lobo y la chica pero no tiene sentido si ella va a venir hasta mí, así que no tengo otra más que esperarla aquí en la manada. — Entonces... ¿eres el Alfa? — Comienza a hablar la loba. — Si, ¿y qué? — Le digo en un tono desagradable. — Eso es increíble, ¿dónde crees que esté tu lobo, crees que la esté pasando bien? — Me pregunta, pero no lo había pensado con todo el caos. — Más le vale a tu humana que lo cuide, ¡el vale mucho más que todos los lobos juntos! — Digo amenazante. — Eres muy engreído y tedioso — Responde altanera... ¿Qué fue lo que dijo?. — ¡Y tú eres una tonta! ¿cómo pudiste equivocarte de cuerpo?, pero no creas que te vas a quedar conmigo, me desharé de ti en cuanto llegue mi lobo y voy a desterrarte por tonta, no lo puedo creer —. — ¿Y por qué crees que quiero quedarme contigo?, yo también quiero ir con mi humana, jamás podría vivir contigo, tú eres el tonto, ni siquiera pertenecemos a tu tonta manada, no puedes desterrarme — ¡¿Cómo se atreve a responderme?!. — ¡Todas quieren vivir conmigo, todas me aman!, ¿¡sabes con cuántas mujeres eh estado?!, tendrías suerte si te miro por error — Digo arrogante. — ¡Que asqueroso!, por favor no tengas encuentros con otras mujeres sería asqueroso, al menos durante estos meses — La loba ha perdido la razón. — ¿Que te pasa?, si no te gusta vete, no te dije que te equivocaras de cuerpo — Esta pelea ya no tiene sentido. — Esto va a ser un infierno ¿y qué vas a hacer hoy? — Me pregunta, ¡genial! ¿ahora debo dar explicaciones de mi vida?. — Voy a una fiesta con unos amigos — Le respondo un poco molesto. — ¿A poco tienes amigos? — Se burla de mí la muy descarada con un tonito muy divertido para ella. — Todos quieren ser mis amigos, no me subestimes es un privilegio para ellos que les hable — Digo con mi pequeño ego herido. — Si tú lo dices — Llegamos y el ambiente es animado, pronto una chica de mi lista se acerca a mí mordiéndose el labio pidiendo por su ahora Alfa, a cómo está la situación no me importaría repetir, solo quiero olvidar este problema, así que la llevo a una habitación, ella ya conoce la rutina, se desnuda y me pide la posición que desee, pero sin contacto. — ¡Que asco como puedes estar con esa mujerzuela! — Se queja la loba mientras intento entrar en la chica, pero la voz en mi cabeza hace que todo deseo desaparezca. — Yo prefiero estar con un hombre, uno sexy pero tierno, que me acaricie todo el cuerpo ¿qué es eso de no tocar?, osea que falta de amor propio, en cambio el hombre que me tomé debe tenerla grande y debe preocuparse por darme tanto amor tantos besos y caricias y después debe tomarme como si fuera el fin del mundo, como si fueran años de añoranza juntos listos para desahogarse sobre mí dejando salir su lado salvaje haciendo que grite de placer — ¿Es que nunca se calla?, solo suspiro y bajo la cabeza. — No puedo hacer esto, ¡lárgate! — Miro decepcionado a la chica que se viste y se va sin decir nada. — ¿Tan poco tiempo duras?, la verdad creí que sería una larga noche y tormentosa, pero ya veo que fue demasiado corta, ¿ya vas a dormir? — ¡¿Porque yo!?.... — Diosa Luna, ¿que hice para merecer este castigo?, si soy perfecto, tú me hiciste de esta manera por qué me castigas ahora — Miro al techo sin poder comprender. — Bueno ni tan perfecto, ¿aún no eh visto como la tienes ¿es grande? y que paso con el tiempo, ¿por qué tan poco? — Cuánto tiempo debo vivir con esto... — ¡Ni siquiera empecé! ¡déjame en paz! — Le pido a la loba. — ¡Uy que genio!, ve con un doctor si no se te para — Ahora sí estoy molesto. — ¡El problema eres tú y tu gran boca!, hazme un favor y ¡cállate o haré una orgía y te obligaré a participar en ella! — Un silencio llena la habitación y mi mente, salgo de la fiesta desanimado, esta loba bocona ha arruinado mi noche. Voy a subir a mi auto pero escucho la única voz que permito esté cerca de mí. — Axel, ¿ya te vas?, que no es muy temprano — Maribel es la única con la que eh tenido sexo más de una vez, la única a la que le permito estar cerca de mí, incluso la dejo darme un beso en la mejilla de vez en cuando. — No estoy de humor hoy me iré antes, mañana te veo en la escuela — "¿Dónde estás lobo tonto?, espero que estés bien o al menos mejor que yo" pienso y regreso a casa con la cola entre las patas (solo es una expresión). — ¿Alfa? — Me habla de pronto la loba. — Mmm... — Le digo sin más. — Lo siento, olvidé que eres un chico, pero es difícil para mí cuando solo siento atracción por lo hombres y la idea de que esté con una chica me da asco — Explica. — Olvídalo, hay que descansar — Por alguna razón no puedo enojarme con ella en realidad. — ¿Zarena? — Le hablo de pronto por primera vez. — Si Alfa — Dice en voz baja. — ¿Quieres jalármela? — Rio a carcajadas mientras dejo caer mi cuerpo en la cama. — ¡Que desagradable eres!, déjame en paz voy a dormir — Responde ofendida. Y a cambio de ella yo no puedo dormir mucho, me pregunto donde esta mi lobo y si esta bien, no puedo pensar en otra cosa aunque la voz de la loba me hace sentir bien por alguna razón, al menos su ronroneo que retumba ahora en mi cabeza y para nada me molesta.