-Estoy arrepintiéndome de esto. -dijo Ethan mientras limpiaba la herida de mi ceja-
-No hay vuelta atrás, Hotchner. Prometiste no decir ni una palabra. -le recordé-
Para que se sepa más o menos el porqué estaba limpiando mi herida: Hoy tuve una pelea contra una mujer que no sabía perder. Una mujer que metía material solido (por no decir PIEDRAS) en los guantes. Sí, PIEDRAS. ¿Qué clase de loca mete piedras en sus guantes?
El punto es que evité que me golpeara más y la noqueé. Al terminar, no pude volver a casa porque no sabía cómo explicaría lo del corte, así que llamé al único que sabía de esto y aquí estoy, en la casa de Ethan. Su familia duerme y su perro muerde mi pie.
-Pero no dije nada sobre curarte. -me dijo él. Yo lo miré un poco molesta-
-Bien. -me levanté de la mesa en la que
