Manuel - 10 años
Después de lo que sucedió, no todo fue tan malo, las semanas de castigo se fueron rápido, mi amistad con Ainhoa siguió tan fuerte como siempre y el video juego ya no fue tan importante debido a todas las actividades que tenía. Entre el karate, el baile y la escuela me pasaba las tardes ocupado, para luego los fines de semana dedicarme a jugar en el jardín y cuando mi madre me lo permitía llamar a Ainhoa para pasar un rato mientras sus padres la rebajan.
Así, llegó el primer verano en Ibiza y el término de la escuela nos dejó varios meses de vacaciones que planeaba disfrutar al máximo, ya que en Cuernavaca, los veranos llovía y no podíamos meternos a la piscina, pero aquí sí. Sin embargo, mis casi perfectas calificaciones me quitaron todo ese tipo de ilusión cuando repr
