DarkSekai, Oldubuntum. Le pedía guardar silencio, mientras trazaba un trayecto complicado hasta que nuevamente lo interrumpió. —¡Calla!— Grito. Le había dado un puñetazo justamente en la mejilla izquierda, era demasiado fuerte y aun así quería más, habían pasado 12 horas quince minutos y dos segundos desde que salió de la cápsula de extracción en el laboratorio de Kaiser y estaba ansioso por desahogar toda esa ira contra su enemigo mortal, pero mientras su cuerpo se adaptaba a la nueva atmósfera y la homeostasis de su cuerpo se adecuaba a las nuevas condiciones, tenía que conformarse con un sirviente. Zero tenía la mejilla destrozada, la sangre de sus arterias chorreaba, sus dientes en el costado de sus heridas se mostraban porque la piel se calcinaba y regeneraba conforme su cuerpo en