Puedo presumirlo formalmente. Sé bailar. Tal vez no puedo compararme con una maestra y en cierto momento necesito detenerme, pero definitivamente puedo dominarlo. El salón repentinamente se ve más pequeño, siento que le perdí el miedo a pararme en la pista. – Un excelente trabajo señorita Sheridan. – Muchas gracias, pero fue más por su paciencia que por mi aprendizaje. Ella me sonríe – no lo mencione, fue un placer. Y me siento tan feliz, no volveré a sentirme avergonzada por no saber bailar y estirar las piernas es perfecto después de pasar la mañana estudiando. Si me encerrara como hacía cuando era pequeña sería muy aburrido. – Una última vez. Casandra es la pareja de Maurice y la mía es Susana, en cuanto a Ágata, se limita a mirar. Fracasamos en lograr que se levantara del si
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books