NATASHA ― ¿A dónde nos dirigimos? ―pregunté. Ale me había dejado con su madre y su hermana, pues él tenía unos asuntos que resolver con su padre y los demás hombres de la organización. Ahora me encontraba siguiendo a Antonella, tiró de mí al tomar mi brazo para llevarme a otro lugar. ―Ale me dejó encargada de ti por el resto de la tarde, así que saldremos ―indico con una risita. Me estaba dando miedo, ¿y si chocamos o nos atropellan? Tomó una chaqueta del diván que estaba debajo de las escaleras y después retomó el camino conmigo por a lado, sin soltarme salimos de casa. Caminamos por el patio, descarte lo de chocar cuando pasamos de largo los autos que estaban estacionados en el pórtico. ―¿Saldremos de casa? ― indagué de nuevo. Sin embargo, no me dio respuesta, simplemente s
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