Dos meses después… La felicidad que Katherine transmitía era contagiosa, en su mirada se podía apreciar cómo estaba contenta con que su embrazo saliera bien. Por fin había cumplido seis meses, Dominik y ella no podían estar más ansiosos de que naciera el pequeño, aún no tenían un nombre, sabían que aún faltaba para que naciera, por lo que algunas cosas la tomaban con calma. Pero, aunque ella sintiera toda esa alegría, había algo que la estaba preocupando, al principio no quería tomarle mucha importancia, pero a donde quiera que fuera le decían lo mismo. Los empleados, los habitantes e incluso Jessi le habían dicho que pedían por ella a la Diosa Blanca, pedían que todo saliera bien con ella. Katherine solo sonreía y agradecía ante el hermoso gesto que tenían por ella, pero sentía un gra