Capítulo 6

2697 Words
Me toma por sorpresa la declaración de Ángelo. El silencio entre los dos es abrumador. Sus palabras me tienen alucinada. Después de varios segundos esboza una sonrisa y termina con el silencio. — ¡Ahora sí! Explícame de principio a fin ¿Que sucede entre tu hermano y tú?— me quedo estupefacta al ver que no espera una respuesta. ¿Sera una broma? — ¿E-entre él y yo?— Mis palabras se hacen pequeñas. No puedo decirle lo que ha ocurrido en estos días. Las insinuaciones de Joseph y su extraño comportamiento, creería que estoy loca. —Si ¿Qué sucede? ¿Te ha tratado mal?—Pregunta. Se le ve algo preocupado. —Se le ha metido una extraña idea en cuanto a mí— Bajo la mirada. Ángelo puede sospechar que algo no anda bien. — ¿A qué te refieres con una extraña idea? Por favor se mas explicita. —El ya no quiere ser mi hermano—Digo sin más rodeos. Levanto la vista ligeramente. Levantó la ceja, sus ojos siguen mirándome pero realmente, no lo está haciendo. Analiza la situación y que responderme. Lo conozco bastante bien. — ¿Y eso te molesta?— murmura mientras desliza y juguetea con sus dedos una servilleta de tela sobre la mesa. Parece que sospecha algo. —Creo que no— Digo tímidamente. — ¡Dime la verdad!— exige en tono serio— Te conozco muy bien, Abigail Grosvenor. Como para saber que algo te ocurre y no solo eso, puedo deducir que es tu hermano el motivo por el que te encuentras así. Y no es precisamente el que ya no quiera ser tu hermano, algo te molesta, tanto como para mantener tus puños cerrados debajo del mantel de la mesa, que eso es lo que siempre haces cuando te sientes incomoda. Observo mis manos, para verificar su teoría. Mis puños están cerrados. De su boca solo sale la maldita verdad. No puedo creer que me conozca tanto como para saber que me siento muy incómoda. — ¿Me vas a negar que algo realmente grave ocurre?— me regaña. Sostiene una sonrisa en los labios pero el tono en que pregunta es oscuro. Esta enfadado. —Es verdad que algo de suma gravedad y delicadeza me preocupa. Pero creo que es un tema que solo nos concierne a mí y a Joseph. Al menos hasta que hable seriamente con él. Quizás solo sea una broma de su parte pero quiero averiguarlo por mí misma. No quiero preocuparte por nada— Explico incapaz de articular mis temores. Extiende su mano encima de la mesa pidiendo la mía. —Abi, te adoro. Sé que cuando nos conocimos fui muy duro contigo, pero ahora que somos más cercanos, quiero que me tengas la confianza necesaria para decirme cualquier cosa que te preocupe ¿Entiendes?— Sus ojos me inspiran confianza, estiro la mano para alcanzar la suya. Es tan dulce y comprensivo. Me sorprende la sabiduría con la que logra reconfortarme, un amigo verdadero no necesita palabras para saber que te encuentras mal. Y uno como Ángelo, es uno en un millón. —De acuerdo Después de varios minutos, un camarero llega con varios postres en un pequeño carrito. Tartas de diferentes sabores, pastelillos y bizcochos que se ven muy deliciosos. — ¿Y todo esto?—le pregunto asombrada, todo tiene un aroma delicioso. —Son todas las maravillas que cocinara para nosotros el nuevo chef. Te perdiste de los platillos principales, pero sé que te encantan los postres— dice alegre. El camarero coloca los postres en una base, para poder ver y escoger de entre todos los que trajo. —Comí en casa, pero me alegra haber llegado a tiempo para los postres— Acerco hacia mí un pequeño plato y coloco con unas pinzas una pequeña tarta de calabaza sobre él. Mientras probábamos tanta variedad de postres, aprovecharia el momento para decirle que mi padre lo esperaba en casa para cenar, así que debía guardar espacio para el banquete que le prepararían esta noche. —Ángelo— pronuncie su nombre. Aun no sabía, como decirle sobre la cena. — ¿Qué sucede? —Mi padre quiere que te invite a la mansión a cenar. — ¿Qué?— Dice alterado— Me tengo que cambiar, no puedo presentarme con esta apariencia. — ¿Qué tiene de malo tu ropa?— le miro molesta. Su apariencia es increíble. Lleva puesto un traje color beige, realza el color de sus ojos, la mujer de la entrada incluso se le quedo mirando. Se ve muy bien. — ¡Todo!— dice exaltado. Agita sus dedos en el aire. Inmediatamente un camarero se acerca. Y Ángelo pide la cuenta. — ¿Ya nos vamos?— pregunto desanimada. El saca una tarjeta de crédito dorada de su billetera, alcanzo a notar la palabra Premium sobre ella. Y se la entrega al camarero. —Acompáñame a otro lugar—Me dice sombríamente. —Pero… — ¡Vamos! No hay tiempo que perder—Ordena. Frunzo el ceño y me levanto de mi lugar de mala gana. El percibe mi disgusto de inmediato. Su expresión se suaviza un poco y muestra una sincera sonrisa. Eso me calma en parte, pero ¿Por qué debemos irnos? Cuando le entregaron la tarjeta de crédito, firmo un ticket, para después marchamos enseguida. La mujer de la entrada que resulto ser una recepcionista, nos despidió con una sonrisa forzada. En la entrada le proporciono un boleto de estacionamiento a un hombre en el ballet parking. — ¿Un auto?— pregunto un poco desconcertada. —Si— Tomando mí mano nos acercamos cerca de la acera, donde vendría el auto. En seguida vi un auto de color azul de tono oscuro, que se aproxima hacia nosotros. Un auto lujoso y obviamente costoso. Un deportivo— ¿Puedo preguntarte que es esto? — ¡Solo es un auto!— sugiere. Suelta mi mano y me abre la puerta. Al cerrar observo que se apresura por el otro lado para recibir las llaves del ballet parking. Se sube al auto y lo enciende. Observo por dentro, el fino cuero que cubre los asientos. El olor a nuevo que tiene impregnado el auto, siento que mi propio peso puede afectar la estructura del asiento. — ¿Qué?— dice Ángelo cuando nota que estoy impresionada. El auto comienza a avanzar, se puede distinguir del motor un ronroneo que me agrada. — ¿De dónde sacaste el auto?— Mi voz es apenas audible. ¡No puede ganar mucho dinero con el restaurante como para comprar un auto así! –Es mío— responde, mirando hacia el frente. —Nunca lo había visto. No me digas mentiras ¿De quién es el auto?— Estoy realmente sorprendida, pero siendo conscientes, ni vendiendo el restaurante podría pagar un auto así. Se queda en silencio y continúa mirando el camino por el que vamos transitando. —Mi madre me lo compro el año pasado— murmura sin mirarme— ¡Te lo dije! ¡Hago memoria! Es cierto, me lo dijo el año pasado, fue un regalo de cumpleaños de su madre pero jamás vi el auto. — ¡Me habías dicho que no querías nada de ella!— replico confundida. —Lo sé— dice resignado— Pero me está obligando a tomar decisiones que no quiero. — ¿Qué quieres decir con eso?—Insisto en saber. —Mi madre quiere que tome la dirección de sus hoteles— dice fríamente— Si lo hago debo irme de Roma. Sus palabras son flechas con veneno que atraviesan mi pecho. Esa mujer me exaspera, me irrita saber que quiere controlar a su hijo. Me siento identificada con él. Lo comprendo a la perfección. — ¿Estas cediendo a sus chantajes?— Me mira de reojo, di en el blanco— ¿Cómo puedes? —Me está acorralando— da un suspiro y añade— Contrató a Ian Carlo en uno de los restaurantes de sus hoteles, con mejor ambiente laboral, y mejor salario. No pudo rechazar esa oferta y en cuanto a los demás, los ha comprado con su dinero — ¿Quieres decir qué? —Tuve que cerrar el restaurante, temporalmente—asegura con dolor en sus palabras. —No puedo creer hasta donde ha llegado, para hacer que dejes tus sueños— impugno enfadada— Pero después de todo lo que te ha hecho ¿Por qué conduces el auto que te dio? —Porque no tengo remedio, vine aquí a buscar gente de confianza para evitar que mi madre vuelva hacer de las suyas. El nuevo chef que contratare es un viejo amigo de la universidad. Nunca podría comprarlo, y tu— Me mira en cuanto llegamos a un semáforo en rojo— Ella no se acercaría a ti porque simplemente no le agradas. Ni me lo recuerdes — ¿Cómo volverás a abrir el restaurante? —Tengo algunos ahorros que he guardado desde hace varios años. Tengo lo suficiente para comenzar de nuevo—Sus labios se presionan en una línea dura. Está pasando por momentos difíciles. — ¿Estas utilizando tus ahorros para este viaje? —No por supuesto que no— El semáforo cambia y comienza a avanzar— Es su dinero. — ¿Utilizas su dinero?— pregunto intrigada. —Así es— dice un poco más relajado—Ella cree que vine a supervisar uno de sus hoteles en Londres. Después de todo lo que hizo, piensa que por fin dieron frutos sus intenciones de convertirme en el nuevo presidente. —Creo que es un poco peligroso, si se entera lo que estas planeado. La verdad no se qué podría hacerte, ha llegado tan lejos y en mi opinión no le importaría usar métodos más estrictos contigo. —Ella cree que soy todavía un niño que puede controlar, pero se equivoca. Soy capaz de enfrentar a mi madre para conseguir mis objetivos. No hay nada que pueda hacer para que yo deje mis sueños. — ¿Nada?— Su mirada muestra un brillo de confianza y esperanza. —Bueno— dice razonando sus pensamientos, nuevamente observo esa mirada pensativa— Hay solo una razón por la que yo dejaría y olvidaría todo. Pero no creo que esa mujer pueda llegar tan lejos como para utilizarte. — ¿Utilizarme?—Digo débilmente. No contesta, sigue con la mirada fija en el camino. Su postura cambia inmediatamente. Me ignora— ¿Dijiste que podría utilizarme? Sigue ignorándome — ¿Ángelo?— El auto se detiene. Miro alrededor, estamos en un tipo de estacionamiento— ¿En dónde estamos? — ¡Vamos!— Vuelve a murmurar y sale del auto. Estoy dispuesta a salir por mi misma ya que parece molesto. Repentinamente abre la puerta y me ofrece su mano. Muestra una sonrisa suave. — ¿En dónde estamos?— Caminamos por el estacionamiento hacia un elevador. Entramos, sigue en silencio. Eso me tiene frustrada. Siento un nudo espantoso en el estomago. No me gustan los elevadores por esta razón. El elevador se abre en el primer piso. Lo primero que veo es la palabra Fioravanti, me parece familiar. Hay estantes de vidrio por todos lados y señoritas encargadas en cada uno de ellos. Veo otras palabras como Brook Brothers y Brioni Es una tienda exclusiva de los trajes más caros que hay. Lo sé porque mi padre utiliza de esos. ¿Qué hacemos aquí? — ¡Bienvenido señor en que podemos ayudarlo!— Una joven empleada de la tienda se acerca a nosotros. Muestra una sonrisa agradable, muy diferente de la otra mujer que me trato como a una indigente. Ángelo le mostro una sonrisa y una mirada seductora, mientras sacaba nuevamente su billetera. Le mostro una identificación muy extraña. La empleada le devolvió la sonrisa de la misma manera en que lo había hecho Ángelo. —Sígame por favor Señor Zariatti— Ángelo poso una mano en mi cintura y comenzamos a caminar, siguiendo el camino por donde nos guiaba la empleada. —Por aquí Señor Zariatti, espero disfrute de nuestro servicio—Dijo en un tono sensual la empleada sin dejar de mirarlo. Estábamos en un pequeño salón ostentoso. Estaban colocados sobre maniquís y estantes. Trajes, zapatos, corbatas, camisas, mancuernillas, cinturones, perfumes, Abrigos, entre otras cosas para caballero. —¿Qué es esto?— le susurro al ver a otras empleadas dispuestas a ayudarnos. —Es mi propio Recinto— dice con una sonrisa en los labios mientras comienza a inspeccionar los trajes que tienen puestos los maniquís. — ¿Recinto? ¡Es toda una tienda! —Y toda esta ropa es de mi talla—advierte. Parece haber un poco de placer de su parte en lo que estamos haciendo— Mis colores favoritos, telas que más se ajustan a mi figura y de los diseñadores más distinguidos. Todo esto, cosas que mi madre elige para mi, cada año al inicio de cada temporada de modas. —No sabía nada de eso, ni siquiera que había tiendas exclusivas para gente rica— remarco maravillada. — ¡Me sorprendes!— dice acercándose a mí con un par de ganchos con trajes en las manos— Tu familia también posee Recintos aquí. —No lo dudo. —La familia Grosvenor es una de las más importantes de Europa, si mi madre supiera que perteneces a esa familia, tal vez ya hubiera arreglado una boda entre tú y yo— Me ruborizo. Sus palabras encienden mis mejillas y él lo nota fácilmente. Da una pequeña risita al verme. Las empleadas lo acompañan a un probador, mientras yo espero en una pequeña habitación con espejos. Da un poco de miedo. Posteriormente Ángelo entra en compañía de las empleadas. Llevan en sus manos algunas corbatas de varios modelos y colores. — ¿Cómo me veo?— gira para que pueda ver su contorneado cuerpo por todos lados. Me agrada ver que su pantalón se amolda perfectamente a su trasero. Con el traje azul, sus ojos resaltan de una manera particular. Esto me está agradando mucho. — ¡Perfecto!— digo aun con la vista en su trasero. — ¡Por favor deja de mirarme así! Siento que me comes con la mirada— Suelto una carcajada. —Muy bien pero si no quieres que yo o alguna otra mujer te mire así. Ten la decencia de ponerte algo más holgado— le exijo entre risitas. — ¡Estás loca, no quiero verme como mi padre! Después de probarse varios trajes, termino por comprar el primero. Volví a ver tan especial tarjeta dorada salir de su billetera y en cuanto p**o salimos por el elevador. La cena con mi padre parecía de mucho interés para Ángelo. No solo se llevo el traje puesto y varios accesorios, también pasamos por una florería antes de llegar a la mansión. Con la idea de que podría encontrarse con mi madre, debía llevar al menos un pequeño presente. Su actitud cambio en cuanto llegamos, se puso totalmente serio, dejo de sonreír y es muy difícil ver en él una expresión tan formal y reservado. Salí del auto con su ayuda y uno de los empleados de la mansión, se llevo el auto de Ángelo a uno de los garajes de mi padre. Estaba tenso y su rostro decía nervioso por todos lados. — ¿Te encuentras bien?— le pregunto colocando la palma de mi mano sobre su frente En broma. —No te hagas la graciosa, esto es cosa seria— replica molesto mientras subimos los pequeños escalones. Le tomo la mano y enlazo mis dedos entre los suyos. —No te preocupes— Le digo y llevo su mano a mis labios. La beso con suavidad. Eso lo calma de inmediato y me muestra su habitual sonrisa. Escucho el motor de un auto aproximándose a nosotros, rápidamente se estaciona frente a la mansión. No es el auto de mi padre, tal vez sea de Joseph. — ¡Vaya! Se ven bien juntos— Dice una voz familia. La persona que sale del auto es…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD