Punto de vista de Aiden. —¿Estás bien?—Paige preguntó mientras salía de mi cama, su sedoso cabello rubio claro cayendo sobre sus hombros y jugando al escondite con sus pezones rosados y brillantes. Se volteó para mirarme cuando no respondí de inmediato, sus ojos azules y penetrantes llenos de preocupación. Suspiré y entrelacé mis dedos detrás de mi cabeza, inclinándome hacia atrás y observándola ponerse su falda con expresión aburrida. —Sí. Nos vemos en la escuela. —Respondí despreocupadamente. —Aide… —Insistió. —Dije que nos vemos en la escuela. Vete. —Repetí. El dolor cruzó sus ojos. Parecía que quería decir más, luego recordó cuál era la naturaleza de esta situación entre nosotros, asintió y se vistió nuevamente para marcharse. Entrando al baño, gemí, mi cuerpo adolorido por