Punto de vista de Lily. Por primera vez desde que estuve con Cade, fui lo suficientemente valiente como para admitirme a mí misma que realmente disfrutaba de la compañía de un chico y no estaba tan en guardia como para preocuparme de huir cada cinco minutos. Después de que Ren compartiera esa parte de sí mismo conmigo, una parte que sabía que podía entender, nos resultó fácil pasar a temas más sencillos y Olga estaba muy dispuesta a seguir alimentándonos hasta que nos fuéramos, porque ahora nos había enviado panqueques, helado y un pequeño plato de frutas. En un momento, había dudado del p**o y cuando lo mencioné, Ren alzó las cejas y negó con la cabeza. —Tú podrás invitarme en otra ocasión. Yo te traje aquí, así que la próxima vez, cuando te toque a ti, tú puedes pagar la cuenta. —Re