Despierto de golpe. Lo cual hace que me dé un leve mareo. Cierro los ojos esperando a que se me pase el malestar para después abrir mis ojos. Encontrándome en un lugar tan conocido para mí; mi habitación. Inmediatamente comienzo a buscar mi teléfono. En mi pantalla se evidencia la fecha y hora 8 de junio de 2018, h 7:12. Haciendo que me levanté de la cama como si estuviese impulsada por un resorte. ¿Cómo me pude quedar tanto tiempo inconsciente? ¿Tan fuerte es eso que me colocaron epara que perdiera la conciencia? –Pienso buscando una respuesta que yo no poseo–. Mierda, mierda y más mierda. Ayer no fui a trabajar y hoy voy tarde –digo en voz tan chillona que hasta a mí me molesta–. ¿Como puede preocuparme ese secuestro cuando mis puestos de trabajos están pendiendo de un hilo? Maldici