Capítulo 15 Entramos a la casa y desde luego que ninguno de los integrantes de la manada pudo ocultar las emociones por la escena que oyeron instantes atrás, si podía lamentar algo de conocer hombres lobos en esa ocasión, eso era lidiar con la idea de que ninguna conversación llegaría a ser privada. Guiándome a la pregunta más incómoda que podía hacerse un humano sobre dichoso don… 《¿Cómo, pues luchaban con la cuestión personal de algo como pensar en una chica?》 Me sentía mucho reflexionar en eso, reconocer que Eyolf debía hacer como si nada en el aspecto tan incómodo de los sentimientos, mientras que los otros leían sus pensamientos, y por un instante me alegré no ser uno de ellos. —En definitiva, creo que una telenovela es aburrida en comparación de ustedes—soltó Kitsune, y mis mejil