Capítulo 20 Me encontraba en un abismo solitario, no sabía si era parte de un sueño, o la muerte me alcanzó en el bosque, aquel bello paraíso donde antes estuve, se marchó junto con mis padres, ya no había césped verde y tampoco las olas del océano, en ese momento la penumbra tenebrosa no permitía que mis ojos vieran más allá, por lo tanto, fue imposible tener una idea del lugar en que me hallaba. De pronto de esa tenebrosidad apareció Eyolf, y mi corazón saltó de alegría, no dudé en correr a sus brazos, y justo cuando lo rodee se esfumó y desperté… —Eyolf—susurré su nombre, y al parpadear buscando un indicio de él, noté que estaba justo a mi lado, me abrazaba con tanta fuerza que en un instante fue un poco doloroso, incluso el calor de su cuerpo era tan fuerte que me quemaba, así que e