Todo le resultaba extraño después de despedirse de Beatríz en la puerta del ascensor del edificio donde estaba su departamento, la abrazo como si muriera en el intento, una parte de el se sentía así, no sabía porque esa pequeña fiera lo enloquecía a tal punto, tuvo que hacer un esfuerzo para apartarse de ella e irse sin mirar atrás, cuando en verdad lo que deseaba era subirla a su hombro y llevársela. Debía guardar la compostura, tampoco podía dejarle saber que tenía un cierto poder en el, eso empeoraría su comportamiento feroz y algo retorcido en ocasiones para con el. Todo el trayecto del viaje, se lo paso pensando en ella, su teléfono móvil recibió dos mensajes, casi se ilusiona al pensar que podían ser de esta, probablemente ya lo extrañara al igual que el. Se llevó una franca desil