Rápidamente me levanté de la mesa y comencé a recoger mis cosas, todos los chicos incluyendo a Petter me quedaron mirando algo asombrados.
-¿Qué pasó? – La voz de Augusto llamó mi atención.
-No, no es nada, solo me tengo que ir – Le dije mientras terminaba de recoger las cosas.
-¿Es algo urgente? ¿Por lo menos debes comer algo? – Petter me tomó del brazo para detenerme.
Sutilmente me solté de su agarre – No te preocupes estoy bien – Me despedí de todos y salí de aquel lugar, debo decir que los nervios me estaban invadiendo, después de unos días por fin la vería.
Al llegar cerca de la farmacia, cuando iba a parquear el auto, estaban haciendo unos arreglos a la calle - ¡Maldita sea! – Dije en voz alta, ahora tenía que ver donde me estacionaria, para poder llegar a tiempo a la farma
