Comencé a devorar sus labios, las manos de Isa se movían como pulpo por todo mi cuerpo, comencé a quitarle rápidamente la ropa mientras nos seguíamos besando. Mis manos jugaron con sus senos todo lo que quisieron, mis labios recorrían cada parte de ella, jugaban con su cuello, con sus labios y con sus senos. Me sentía desesperado por hacerla mía.
-¿Esta noche tambien me harás tuyo y después te iras? – Le pregunté algo agitado. Ella solo me sonrió y me volvió a traer hacia ella, para besarme. La tome por la cola con mis manos, rodee mi cuello con sus brazos, mi cintura aún estaba rodeada por sus piernas, la levanté de aquel mesón y comencé a caminar con ella hacia el sofá, poco a poco la fui bajando, dejándola sentada. Yo me quede de pie, debo decir que tenia una buena vista de ella, y el
