POV Darío Había conocido a Noa a mitad de mi carrera, a diferencia de la mayoría de mis compañeros, incluyéndome, que veníamos de familias de clase alta, él era un becado. No resaltaba mucho, su complexión era pequeña, de piel sumamente pálida, ojos rasgados y un poco hundidos, ojeroso y delgado, pero sus facciones eran delicadas como si se tratará de una mujer, lo que le hacía popular entre las chicas y alguien extraño para los chicos. Por aquel tiempo, justo como ahora, no quería estar bajo la sombra de mi padre, así que trataba por todos los medios que no se me relacionara con él, por supuesto que era difícil en un ambiente donde tu apellido tenía más peso que tu persona. A mí no me costaba trabajo el entablar alguna conversación superficial con cualquiera de ellos, pero con Noa fue t