Por inercia me tape la boca al ver todo el desastre que había en la cocina.
Escuché los pasos apresurados de papá acercándose a la cocina, yo lo miré con lágrimas en mi rostro.
-Lo siento papi fue un…- me dio una bofetada tan fuerte que me hizo caerme al suelo, ni siquiera pude levantarme cuando nuevamente había recibido un golpe, pero esta vez en el estómago haciendo que yo me quedara sin aire.
De no haber sido porque el timbre de la casa sonó, quizás él me habría seguido golpeando.
-Levántate – me ordenó.
Intenté levantarme con las pocas fuerzas que me quedaban, me tomó del brazo y me llevó a mi habitación, me empujo dentro de la habitación.
-Más te vale que no salgas de tu habitación o te volveré a golpear más fuerte – esas fueron sus últimas palabras antes de que cerrara la puer
