-Gracias Elisa – él me sonrió y yo le devolví el gesto – De una u otra forma ambos nos hemos consolado esta tarde – me dijo con un poco de humor. - Sí – reí un poco. - ¿A qué horas dijiste que cerrabas la cafetería? – preguntó dándole otro sorbo a su café. En cuanto Richard levantó sus manos para tomar la taza de café me di cuenta de que él todavía estaba utilizando el anillo de casado, de hecho, ahora que me pongo a pensar con más claridad las cosas, creo que nunca vi que Vanessa utilizara su anillo de casada, no me imagino lo duro que debe ser para él. -Normalmente cierro a las 6:00 pm – le dije y él asintió con la cabeza. - Espero poder venir de vez en cuando después del trabajo tal vez todavía encuentro abierto – dijo y yo le dedique una sonrisa. - Podrías avisarme que día vendrá