—El conejo es nuestro código ahora—, respondió, sentándose en el césped. Caminé hacia la luz de la luna y me senté frente a él. —El conejo lo sabe todo—. Soltó una risa tranquila y se inclinó hacia un lado, apoyándose en sus antebrazos. —Entonces, ¿para qué estamos reunidos?— Me encogí de hombros. —Creo que necesitaba un amigo que no fuera Levi. O Derek. O Ellie—. —¿Mamá gallina te está volviendo loca?— Entrecerré mi mirada hacia él. Él se encogió de hombros. —Amo a Derek. Amo al chico. Bueno como el oro. Pero Ellie es ruda. Muy salvaje—. Suspiré y picoteé la hierba. —Mi ex me está buscando. Envió gente—. —Lo sé.— Mi mirada se fijó en la suya. Liam suspiró con una sonrisa de disculpa. —Escuché a papá hablar de eso. Envió a la madre de mi amigo, nuestro rastreador de cabeza, a inv