CAPÍTULO 5

1083 Words
AUGUSTO Su cuerpo estaba bien formado, era musculoso y parecía que hacía ejercicio regularmente. En cambio yo parecía un fideo deforme. Su voz era gruesa y cuando lo escuche hablar me erizo la piel. Este niño, al que había conocido gracias a Sara, el que me odiaba y no encontraba razón. Había cambiado y mucho. Antes era más pequeño que yo y ahora su altura rebasaba a la mía. En conclusión, era otro Thomas. Desvíe la mirada —Lo siento— me doy media vuelta y salgo rápidamente de la habitación. Me dirijo al cuarto de lavado y meto toda la ropa a la lavadora. Salgo de ahí y voy a la sala de estar a limpiar los muebles, a sacudir los sillones, a barrer y trapear. Empecé poniendo música para poder hacer los quehaceres a gusto. Cuando la lavadora dejo de lavar, regrese al cuarto de lavado, espere a que se exprimiera y luego la saque al sol para que se secara por completo. Cuando termine de asear el primer piso, subí y comencé a limpiar los cuadros que se encontraban en el pasillo, también limpie los vidrios de las ventanas y aspire las alfombras de las cuatro habitaciones. Para cuadro termine ya era hora de la comida así que me dirigí a la cocina y prepare algo delicioso para comer, puse la mesa y luego me senté a comer esa deliciosa pasta con verduras que había preparado. —¿Qué no habrá comida para mi?— Tom se sienta en una silla frente a mi. —Desprecias ni comida— lo mire — la última vez que te prepare algo no lo comiste. —Que molesto— se levanta y se dirige a la cocina, saca una sopa instantánea de la alacena y pone agua a calentar para que la pudiera preparar de acuerdo a las instrucciones de la envoltura. —Eso no es nutritivo— me levante y camine hacia la cocina —Ve a sentarte, te preparare algo que si es nutritivo. —No lo necesito, gracias. Me acerco a donde el agua hervía y apago la estufa —No te pregunte. Dije que te fueras a sentar— lo miro. Su altura rebasaba por mucho la mía, así que tuve que alzar la cabeza. Le tomo los brazos y lo hago que salga de la cocina. Se detiene justo antes de salir —¿Quién te crees tú para decirme lo que tengo que hacer? —¿En serio quieres saber?— me mira desafiante —Tu hermana me dijo que cuidara de ti durante el tiempo que ella estaría fuera. Justo ahora estas bajo mi cuidado y tienes que obedecerme en todo. —No soy un niño pequeño que necesita que otros cuiden de el. Se lo dije a ella y te lo digo a ti, se cuidarme solo. —Oh, ¿en serio?— muestro una sonrisa. Tenia que prepararme para lo que sucedería a continuación —Un niño inmaduro como tu no merece que lo dejen solo. Tu hermana vela por tu integridad y también por tu seguridad, un estúpido niño s*****a como tu no merece quedarse solo ni un solo instante— me acerco mas a él —¿O me equivoco?, pequeño Tom. —Todo eso quedo en el pasado. Y no vuelvas a llamarme pequeño Tom— se da media vuelta y se dirige a su habitación de nuevo. —¿A donde crees que vas? Detente ahora sino quieres que llame a Sara y arruine sus preciadas vacaciones. Se detiene —En serio eres tan molesto— se da media vuelta y se acerca a la mesa para sentarse en una le las sillas. Una sonrisa de felicidad apareció en mis labios, me di media vuelta. Termine de prepararle lo mismo que me había preparado y le lleve el plato hasta el lugar que había escogido para sentarse. Me senté en el lugar que yo había ocupado —Buen provecho— continúe comiendo. —Ash, no entiendo ¿Por que salí de mi habitación? Tu comida apesta, no tiene sabor. Ignore por completo sus comentarios y simplemente continúe comiendo. Lo mire y le di una sonrisa forzada. Cuando termine de comer tome mi celular y comencé revisar mi perfil de ** y espere a que él terminara de comer. Cuando el termino se puso de pie y fue a lavar su plato al fregadero, yo, por mi parte, hice lo mismo. Salí al patio trasero a revisar si la ropa que había lavado ya se había secado. Puse toda la ropa en el cesto y entre a la casa, luego entre al cuarto de lavado y comencé a planchar mis camisas del trabajo y algunos pantalones. Doble perfectamente la ropa de Thomas y se la lleve a su habitación —Oye Thomas— toque la puerta —Aquí esta la ropa que lave en la mañana. —Solo déjala ahí y vete— Puse el cesto con la ropa en el suelo junto a su puerta, me di media vuelta y volví al cuarto de lavado para terminar de doblar mi ropa. Después de hacer eso, subí a la habitación con el cesto de ropa en mis manos. Acomode la ropa en el closet y regrese a mi cama. Saque mi laptop y puse una película de acción y, después de un rato recibí una llamada del hospital —Si, diga— digo al contestar. —Dr. Augusto. Estuve checando el papeleo y me di cuenta de que no ha recibido vacaciones en lo que va del año, así que me tome la libertad de darle una semana de vacaciones. —Pero jefe. solo llevo diez meses trabajando en el hospital. —Nada de peros, Augusto. Eres el mejor medico que este hospital pueda tener y por eso he decidido ponerte como medico de base. —Jefe ¿Esta seguro?— pregunto sorprendido. No solo mi paga aumentaría, sino que no tendría que trabajar tantas horas, a parte de que compraría un mejor lugar para vivir. —Totalmente Augusto. He visto que tu desempeño como medico es sensacional y has logrado atender a pacientes por tu propia cuenta sin ayuda de un medico superior. —Se lo agradezco— Cuelgo la llamada y grito de emoción. Decidí en enviarle un mensaje a Charly y otro a mi jefe para salir a celebrar el asenso. Ambos confirmaron así que los vería en el bar que estaba cerca del hospital a las nueve.
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