Días después de haberse ido Frank; en los Ángeles, en la oficina de la presidencia de la compañía G. Barsanty Corp.; una compañía que se dedica a la construcción de edificios, centros comerciales, carreteras, vías férreas, represas de gran envergadura, y todo tipo de construcción que amerite el uso de cualquier clase de maquinarias pesadas. Gregorio Barsanty, un hombre de sesenta años, que nació en Italia durante la segunda guerra mundial, llegando a este país a los nueve años de edad, apenas terminada la guerra. Un metro setenta y cinco de estatura, rostro alargado, nariz perfilada, ojos color almendra claro, que siempre miran con una profundidad penetrante, como una fiera en combate, que quiere adivinar el próximo movimiento de su oponente; no es fácil sostenerle la mirada sin sentir