Durante el viaje no hablaron mucho, el hombre hizo varias llamadas. Pero, Camila no podía dejar de pensar en lo que èl le dijo, ¿iba a ser su esposa? Ella cerró los ojos por un momento, recordó el dìa de su boda con Fernando. Ellos no se casaron por la iglesia, era algo costoso, y en ese momento, su padre vio mal que ese hombre ni siquiera pudiera cubrir los gastos de la boda. Decidieron hacer una boda muy sencilla, pero para Camila fue un sueño. Estaba locamente ilusionada, así que, cegada por el amor, fue feliz. No podía imaginarse casada con un extraño sin amor, y por despecho. Abrió los ojos al instante y encontró la mirada azul de ese hombre. —Hemos llegado, Camila. Ella sintió el aterrizaje, conservó el aliento, así como sus pensamientos guardados en su mente. *** Bajaron d