Escuela de Pasivos & Sumisos

Finn 16 De Marzo de 2021 Watford- Reino Unido 7:00am Llego a desconocer el motivo de mi decisión al irme precipitadamente a ese internado...podría llamarse un impulso ¿s****l? ¿Sadomasoquista? ¿Demente? En realidad no tengo idea de cómo llamarlo, y percibo mi corazón acelerado por la situación, y mi mente me da vueltas una y otra vez, creo que es pánico ligado con ansiedad…aún estoy a tiempo ¿Resistiré a todo eso? ¿Cómo podría una persona virgen como yo el saber lo que quiere o desea? Solamente tengo dieciocho años pero el deseo se encuentra en todo mi cuerpo, mi estómago se siente caliente y mis mejillas arden, y me siento sumamente mal al mentirle a mis padres que es un internado como cualquier otro ¿Por cuánto tiempo podré mantener esta mentira? Se sorprenderían mucho de las cosas que he encontrado por internet, podría ver porno como cualquier otro chico pero llego a sentir que la pornografía quita todo el placer y deseo, el cual quiero y aspiro tener físicamente con otra persona, en cambio en esos vídeos claramente todo es simplemente fingido, un acto a cambio de dinero. Y existe la otra parte de que un chico normal solo recurriría a una aplicación de citas y solo tendría sexo en el parque con un desconocido, aún así siento que he idealizado tanto el perder la virginidad de una manera tan tétrica como eso, tener sexo con un simple desconocido es tan trivial y peligroso a mi punto de vista. Y aún me divierte mi enfoque al mencionar ello cuando estoy a punto de irme a una institución s****l, al fin y al cabo ¿Quién carajos en este mundo es normal? Según la página web tendré que firmar documentos de confidencialidad ya que lo que ejercen o...ejerceremos es ilegal, lo cual me causa más excitación y emoción, a mi punto de vista vuelve todo un estilo cincuentas sombras de grey pero más excitante, realista, gay y… ¿Peligroso? Me siento en la ventana de mi habitación viendo fijamente como caen pequeñas gotas de lluvia el ambiente es un poco frío y mi piel se eriza, mientras que por todo mi cuerpo pasa un cóctel de aquellos sentimientos que nunca he sentido, me quedo mirando fijamente mis maletas que se encuentran junto a mi cama hasta que mi madre me llama la atención abriendo la puerta de mi habitación. — ¿Porque aún no te vistes? — expresa la mujer como pregunta capciosa mientras se abre paso en mi habitación recogiendo algunos desórdenes de ropa en el suelo — Llegaremos tarde y aun no has desayunado, pensé que estarías emocionado por este día — menciona mientras se sienta al frente de mí y dirijo mi mirada a mis pies descalzos. — Solamente estoy algo....nervioso y asustado creo. — contesto subiendo mis ojos y observando los de ella y solo se acerca a mí y me da un abrazo cargado de cariño y consuelo, por mi parte lo único que puedo hacer es recibirlo con toda mi alma. — No tienes porque estarlo, solamente será por un tiempo cariño, no será para toda la vida y observarás que ese tiempo que estés allí pasaran más rápido que un parpadeo, además se ve muy prestigioso ese internado, todo te ira sumamente bien y será grandioso. — me consuela mi madre mientras planta un beso en mi cabello. — Gracias por tranquilizarme mamá. — contesto mientras continuo abrazándola y aferrándome a sus brazos y cierro por un instante mis ojos mientras siento su calidez. — No tienes que agradecer mi bebé, eso es trabajo de mamá, ahora levántate date una ducha rápida, te vistes y luego bajas a desayunar que llegaremos tarde. — dice y sale de la habitación. Sigo mirando por un rato la lluvia y luego me dirijo rápidamente a la ducha, me quito el suéter y lo dejo caer al suelo junto con mi short y calzones, abro la ducha y me meto en el agua caliente, dejo que el agua choque con mi rostro mientras aparta mi cabellera de los ojos haciendo que se metan los mechones a mis oídos, a pesar de estar bajo el agua caliente logro percibir un poco el frío allí fuera. Aun así pronto saldrá el sol y hoy será un día increíble. Salgo de la ducha y luego me encamino a un pequeño armario donde se encuentran unas toallas, me seco todo el cuerpo y luego coloco la toalla en mis hombros como si fuera una capa y salgo del baño caminando por toda la habitación desnudo, me coloco un bóxer y miro al espejo mi culo y luego todo mi vislumbro todo el físico de mi cuerpo, no lo veo grande pero tampoco pequeño, no sé si existirán regulares, me pregunto si alguien alguna ve, lo desearía, aparto esos pensamientos de mi mente rápidamente agitando mi cabeza y luego me coloco un pantalón algo apretado y un suéter azul, me coloco los zapatos y luego bajo rápidamente a la cocina. Necesito enfocarme, debo concentrar un poco más mis pensamientos y actuar con naturalidad ante la situación frente a mis padres. — Buen día padre — saludo a mi papá mientras que se encuentra tomando café y leyendo a su vez un libro antiguo de tapa dura que solían estar forrados con una cuerina fina. — Buen día hijo— contesta él de manera automática. — Y ¿Donde esta Emili? — le pregunto mientras observo a todas partes. — Con tu madre en la cochera — contesta él mientras deja el libro en la mesa y coloca sus lentes arriba del mismo. — Deberías comer algo antes de irte, no se sabe si la comida de allá será buena. — Pienso un poco en ello y en eso coincido y comienzo a comer mientras escucho pequeñas risillas de papá. — Iré a buscar tu maleta y la meteré en la camioneta. — expresa y yo asiento con la cabeza. Antes de salir de la cocina besa mi cabellera y me despeina y se logra escuchar las pisadas de él al momento de subir las escaleras, un segundo después llega Emili y me da un fuerte abrazo y comienza a decir lo feliz que esta por mí y que me extrañará demasiado. — Yo también te extrañaré mucho — contesto y le doy un fuerte abrazo. — Espero que te guste mucho allá y conozcas nuevas personas, te tengo algo. — dice y saca de su mochila una especie de álbum de imágenes hecho a mano, y en cada página hay collages de nosotros dos y nuestros padres. Su estructura es tan delicada y hermosa, avanzando así con ramificaciones que vinculan cada imagen. — Espero y deseo te guste. — Lo adoro muchísima, enserio gracias, no tienes idea de cuánto te quiero. — le contesto dándole un abrazo y luego empieza a sacar lágrimas de sus ojos. — No llores solamente serán siete meses, de pronto el lugar es un completo asco y vuelvo antes. — Pensé que jamás te irías. — dice ella y la observó con una mirada de enojo graciosa. — Tonta — contesto y finjo molestia dándole la espalda y ella se abalanza sobre mí y me abraza y yo a ella. — Iré a acomodarme el maquillaje. — contesta y se va dando pequeños saltos. Salgo de la casa y miro las calles por última vez apenas algunos rayos del sol tocan mi rostro y disfruto del tacto caliente que me otorga el cielo, el aire gélido al fin comienza a apaciguarse, por un segundo mi mirada baja y al momento me llama la atención un vecino, el cual antes me atraía por favor tierra trágame…pero él entró a la universidad y justo ahora olvidé por completo su nombre. — Hola Finn. —saluda amigable acercándose cada vez más a mí con una gran sonrisa. —Hola —le contesto igual. — Llegué a pensar que estabas en España. — Vengo a visitar a mis padres, tu hermana me dijo que te irás a un internado, debe ser duro. — explica él con una voz extrañamente comprensiva mientras mantiene su mirada fija en mí . — No tanto como lo pensé, quería salir de aquí por un tiempo de todas formas. — explico mientras observo los hermosos arboles danzando. — Que mal que te vas, pensé que podríamos salir... — dice algo nervioso y entiendo a lo que se refiere cuando observo sus ojos pero mi punto de vista hacia él ha cambiado drásticamente a una mera amistad. — Lo lamento pero al momento de marcharte entraste en la lista de friends zone , solamente te veo como un amigo. — contesto mientras le coloco una mano en el hombro. — Adiós. Me subo al auto y noto que ya todo se encuentra en su lugar, mi papá me dice que piense todo lo que tengo y lo que me falta, pero a mí punto de vista no me queda nada, así que solo me acomodo sobre el asiento, el viaje durará dos horas, las horas suficientes para seguir durmiendo, el corazón bombea rápido por los nervios y el miedo de que mi familia se entere al menos de una minúscula parte, pero aparto los pensamientos y luego me quedo dormido. 8:40am Mi hermana me despierta del sueño profundo y al abrir los ojos veo una gran mansión al frente de nosotros, veo a mi alrededor y noto que tengo una gran sonrisa al percibir el lugar como un sitio de ensueño, al instante alguien me abre la puerta de la camioneta y yo bajo, pero me percato luego que no es nadie de mi familia, es un hombre de unos treinta años, de cabello n***o y deslumbrantes ojos azules, viste un traje formal pero se nota que su cuerpo es muy atlético, es un poco más alto que yo, y cuando se da cuenta de mi análisis sonrío con nerviosismo mientras sostiene mi mano. — Bienvenido. — expresa casi a susurros seductores y da una media sonrisa mirándome a los ojos fijamente y rápidamente bajo la mirada, luego él suelta mi mano y se dirige a hablar con cada uno de nosotros. —Bienvenidos, mi nombre es Sean los dirigiré adentro donde podrán escuchar una charla que daré. — Y... ¿Usted es el director de este internado? —pregunta mi mamá algo acalorada por él. Mi padre se da cuenta y la observa con una mirada de desaprobación y yo suelto una pequeña risilla por la situación. — No, el director lamentablemente no se encuentra hoy con nosotros, por asuntos que desconozco pero llegará el día de mañana —contesta él mientras continúa caminando. — Es hermoso —susurra mi hermana a mi oído y le coloco los ojos en blanco ya que para ella todos son hermosos. — Y ¿En este internado no aceptan mujeres? — pregunta ella y mi corazón se acelera al pensar que ella podría estar aquí y luego descubra todo. — No, no las aceptamos. —contesta él en un tono un poco seco y mi hermana luego baja la mirada posiblemente tratando de olvidar todas las ilusiones que se había hecho. — ¿Qué clases dan aquí? —pregunta mi papá en un tono más profesional y Sean se da cuenta y luego se coloca al frente de él. — Estaremos impartiéndole a los chicos todo, hasta varias lenguas extranjeras, también verán literatura contemporánea, tengo entendido que su hijo es muy amante de la literatura. — sigue explicando pero me pierdo en sus ojos celestes luego me observa y aparto la mirada hacia un árbol rápidamente ¿Fue demasiado obvio? luego me hace una pregunta. — ¿Haces ejercicio? — No. —contesto automáticamente ya que es verdad y río un poco con mi hermana. — Aquí te pondremos a sudar. — expresa mientras mantiene una mirada seductora hacia mis ojos y un escalofrío sube por mi espalda, tengo un poco de miedo — Que bien, él solamente se la pasa leyendo, durmiendo y ya. — contesta mi padre, ohh padre creo que no entendiste la indirecta. — Pónganlo a sudar bastante. —doy una pequeña risa porque conozco la realidad y Sean también se ríe y luego seguimos caminando. El lugar es sumamente hermoso, la escaleras son un poco extensas y su alrededor está cercado por hermosas balaustradas adornado con ramificaciones hermosas, y esto solo es el principio. Entramos a la mansión y al adentrarnos en la misma fortificación comenzamos a subir más escaleras, mientras subo rápidamente me quito el suéter y lo coloco alrededor de mi cintura. Sean sigue dándome miradas de manera constante pero prefiero ignorarlo, caminamos por un puente de mármol, y luego Sean dice que hablará conmigo a solas un momento y mis padres y hermana continúan caminando y luego me altero un poco. — Si me pertenecieras no apartarías la mirada cada vez que te veo —dice cuando ya no ve a la vista a mis padres y luego me mira a los ojos y se vuelve más corpulento y yo retrocedo con cada paso que da y luego choco contra la pared sintiendo el calor de él sobre mí. — Si vuelves a apartar tu mirada no me importará a quien le pertenezcas luego, pero te aseguro que te cogeré...y duro, y preñare tu boca de leche. — Esto es nuevo para mí. — digo mirándolo a los ojos. — No...no he...soy virgen —explico y él se altera un poco y pasa las manos por su cabeza al momento que se aparta de golpe. — ¿Por qué decidiste entrar aquí entonces si no sabes nada? — pregunta él algo desconcertado. — Porque deseo estar aquí. — contesto y luego da una media sonrisa . — Lo arreglaremos más adelante. —explica él agarrándome por un costado. — Tus padres deben estar preguntando donde estamos. — Espera un momento. — contesto y él se detiene rápidamente y me mira a los ojos. —¿Me lastimaran? — pregunto en un tono de preocupación, y él suelta una pequeña risa. — No si lo hace el correcto, ósea yo. — contesta él con una mirada penetrante pero esta vez no aparto la mira. — Ahora vamos ya todo comenzara. 9:00am Me encuentro sentado en las filas del medio junto con mis padres y hermana, es un salón demasiado espacioso, y se encuentran bastantes chicos, todos se encuentran hablando con el que se encuentra al lado, mis padres y mi hermana son los únicos que están aquí, no veo a ningún otro padre o familiar de ellos, algunos se mantienen con su mirada fija en mí y hablan de mi a susurros entre ellos, me coloco algo incómodo y luego sale Sean a un escenario grande, y empieza a hablar respecto a todo, seguridad, materias, las vacaciones que tendremos y todo eso, luego termina toda la información aburrida y un segundo después todos se van a sus habitaciones, yo me quedo en el asiento junto con mis padres y hermana que hablan muy bien de la institución. — ¿Qué les parece el internado? — pregunta Sean al colocarse al frente de nosotros y luego todos nos levantamos. — Nos parece fantástico todo, pero me di cuenta que no vinieron familiares de los otros jóvenes —explica mi madre. — No tiene por qué preocuparse, sucede que los padres de ellos confían totalmente en nosotros ya que traen a sus hijos desde hace ya años aquí, pero a veces vienen para ver cómo se encuentra todo. — explica él. — ¿Se pueden hacer visitas? —pregunta mi papá. — Sí, pero deberán informarnos con antelación que vendrán, así poder ser flexible con el horario del estudiante, y también daremos vacaciones de descanso, el estudiante podrá elegir si ir a su casa o quedarse, que la mayoría se queda por los viajes que hacemos. —explica él. — Bueno, para mí todo esto es excelente — contesta mi madre con una gran sonrisa. — Y ¿Para ti? ¿Qué tal te parece todo hasta ahora? — pregunta el mirándome y todos se me quedan viendo. — Me parece fantástico también. —contesto con una sonrisa fingida. —Bien entonces, nosotros nos iremos. — contesta mi padre y luego todos me dan un abrazo entre todos mientras yo quedo en medio. — Los acompañamos a la salida. — dice Sean y luego caminamos todos juntos hasta la salida y mi madre le dice a Sean que deben estar pendiente de mi las veinticuatro horas de los siete días de la semana y él explica que él mismo estará atento de mí, luego suben a la camioneta y se van, miro el auto alejándose cada vez más y pensamientos cargados de nostalgia crean un peso en mi corazón, hasta que ya no logro verlos. — Estas nervioso.—me dice él. — Sí... lo estoy —afirmo mirándolo a los ojos. — No te lastimaremos, tranquilo, tampoco haremos algo que tu no quieras. — explica él acercándose más a mi. — Todos esos chicos me estaban mirando y estaban hablando de mí a mis espaldas susurrándose entre ellos. —digo algo preocupado. — Es porque eres el más joven que ha llegado a este instituto y virgen. —me explica él mientras me agarra del costado y me adentra a la mansión. — No te preocupes, todo comenzara el lunes, tienes tiempo para conocer y adaptarte, te asigne a un grupo, en ese grupo estarán estudiantes y profesores, pero tu podrás elegir que profesor quieres que te posea, de entre esos estoy yo, pero... — ¿Qué? —pregunto. — Yo soy un amo, me gustan mis alumnos sumisos —explica él. — Estamos siendo más flexibles contigo ya que eres más joven que los demás y virgen, pero los profesores te desean, al igual que yo. — Eso me asusta un poco. — contesto pensativo. — Y lo dices fríamente como si solo importara el sexo. — No entiendo porque, literalmente tienes poder en nosotros justo ahora. — expresa él. — Igualmente en un rato me reuniré con esos profesores y luego te explicaremos todo y también conocerás a tus compañeros y respecto a lo del sexo frío pues...así es la escuela. — De acuerdo.... —contesto y empiezo a caminar, llegamos a una gran habitación donde se encuentra todas mis pertenecías. —Pensamos que sería mejor que estuvieras solo ya que los otros compañeros no sabemos cómo puedan reaccionar contigo. — explica el mientras me adentro a la habitación y me quedo mirando todo el paisaje desde una gran ventana. — Solamente te pido algo. —¿Qué cosa? —pregunto algo intrigado. — No te vayas, no te arrepientas de todo esto. — dice en una posición seria mientras nos miramos fijamente hasta que en algún punto del tiempo simplemente el autocontrol del hombre y el mío si simplemente expiró y luego me besa en los labios de manera potente lleno de deseo y yo respondo al beso torpemente. Creo que estoy a punto de enloquecer.