pensando de poste en poste
Aún estaba oscuro. Eran las 5 AM.. Tuvimos que salir temprano, madrugando para llegar a otra ciudad lejana.
Curvas tras curvas, la velocidad parecia ir en aumento, la oscuridad hacia su parte para sentirla más violenta. Parecíamos volar, velocidad de crucero, como diria el piloto del trasatlantico a los pasajeros. Las luces encandecian desde a vía del regreso y no permitía ver muy bien el camino. Cambio de canal, oscuridad, velocidad....
Afortunadamente, yo no iba manejando. Pero desde el puesto del copiloto, se hacía doblemente más rápido, aún se veía más oscuro y entre adelantar uno que otro vehículo, pensaba si me había tomado todos los medicamentos esta madrugada antes de salir.
Que si para la próstata, para el colesterol, la glucosa, que si el antioxidante, para las alergias, la memoria en declive, la depresión de la edad, la situación general y las complicaciones de la vida y pare Ud. de contar.
Todo era percepción. Simple percepción.
La memoria hacia lo suyo, viendo pasar los postes desde el asiento del copiloto y recordaba de como los veía 5 - 10 o 30 años atrás. Lo normal que se convirtió la toma de pastillas cuando en su lugar, desayunaba carne mechada, caraotas, huevo revuelto con una o dos arepas. No solamente la cuenta de los postes resultaba diferente. Los recuerdos traían una gran serie de acontecimientos que eran todos diferentes como lo OS postes.
Si. Percepción del mismo ambiente en otro tiempo. El mismo paisaje ya modificado. Una o dos autopistas nuevas, pero el resultado, el mismo lugar pero con otra percepción, otra imagen, otra vista.
Si. Me había tomado todas las pastillas. Por lo menos hasta donde lo recordaba.
Al despertar el alba y aparecer el sol en el lejano horizonte, me hizo caer en la realidad. Los años han pasado sin aviso y sin recordatorios. No habían correos electrónicos que mencionaran día a día esos cambios y esos pasos de días que se convirtieron en años. En años olvidados.
Yo también manejaba así de bien o hasta - porqué no? - mejor, aún en otros tiempos. Tal vez ya en otra vida. Aquella camioneta que tenía por centenas de años, me llevaba por todo el país, sin cansancio y sin conciencia del futuro.
Desayuné?...... no, era muy temprano y costaba levantarme a esa hora, no como antaño, que pasaba días y noches seguidas haciendo trabajos en la Universidad. Entonces tenía fuerzas, ánimos, presencia y ganas de mover el mundo. Quería cambiar el mundo para lo cual tenía todo el futuro disponible. Toda la vida para ello. Estudiar, graduarme y ejercer mi profesión para lo cual mis padres tanto se esforzaron y soñaron de que lo conseguiría.
Ellos no tenían ésta oportunidad. Pero hacían lo que podían para que yo me realizara al máximo. Cómo lo suelen hacer los padres que desean un futuro para sus hijos. Y lo mismo hice yo. También dí de mí para que los míos se realizaran. Aquellos años....,!!!!!
Éramos aún jóvenes, con sueños, expectativas y todo un mundo y una vida adelante. A comernos el mundo. Aquellos mayores, con caras de viejos, eran de respeto pero no eran conmigo. Era otra parte de la vida. Y siempre sería igual. Por los siglos de los siglos. Ellos los viejos allá y yo el emprendedor y luchador, con fuerzas, acá. Por más que pasaran los años, navidad tras navidad, uno que otro cumpleaños, la declaración de rentas anuales año trás año, alguna que otras vacaciones, los años viejos nunca llegarían.