13. El día de la pelea llegó.

1097 Words
Capítulo 13: Zafiro      Como había predicho Aiden saltó del auto apenas frenó y se transformó rápidamente en su lobo n***o. Apenas tomo posición de ataque aparecieron varios de los pueblerinos transformados en caninos a su lado, formaban una perfecta linea y todos estaban igual de rabiosos. Tomé la iniciativa de participar, después de todo la batalla también era mía. Apenas baje del auto me transformé dejando que Akira tomará el control, no pude hacer mucho, Aiden gruño hacía mi pidiéndome claramente que me haga a un lado, no lucharía pero si salvaría a los que corrieran peligro.  Después de todo había habido una masacre, habían asesinado a varios cambia formas, niños, ancianos, embarazadas y demás. Por suerte las bajas eran pocas, muchos lobos habían actuado rápido y habían sabido defenderse. Esa sangre es conocida. Murmuró Akira, aspiré mejor el aroma y sí, provenía de una de mis hermanas, Alekey. ¡Mierda! Corrí y la encontré sangrando pero levemente de su brazo mientras luchaba contra un chupa sangre. Gruñí y salté sobre el, mordí su cuello arrancando su cabeza acabando claramente con su vida. Me acerqué rápidamente a mi hermana y la estreche en mis brazos, ella y Rushel eran la única familia que me quedaba. -¿Qué está pasando Zafiro? -preguntó con temor en su voz a través del link- -Es la guerra pequeña, la guerra que se postergó desde que nuestro padre mató a Los Oscuros, Alekey necesitó que tu y Rushel se escondan, no quiero que les suceda nada. -declaré y ella fijo sus ojos en mi- -Nos hemos preparado para esta guerra también. -respondió firme, la sangre alpha se hacía presente en ella-  -Bien, las dejaré ayudar. -dije y sonrió- No pelear, ayudar. Debemos resguardar a los pequeños y mujeres embarazadas que quedan.  -Buscaré a Rushel y comenzaremos. -dijo y corrió lejos de mi- Entonces sentí un profundo ardor en mi cuello donde se suponía iría algún día la marca de Aiden. Dolía demasiado y lentamente comenzaba a marearme, mi vista se estaba nublando hasta que todo se volvió negro... Aiden Me encontraba acabando con la vida de dos patéticos vampiros cuando mi lobo aulló de dolor llamando la atención de mi pueblo y de algunos vampiros que sonreían satisfechos. Me mareé y casi pierdo el equilibrio pero pude recomponerme rápidamente, olfatee el aire y busqué el aroma de mi mate, la encontré, estaba cerca pero... había sido mordida en donde debía ir MI marca. ¡Corre! Gruñí y en mis cuatro patas corrí hacía ella encontrándola en el suelo y con sangre proveniente de su cuello. Me acerqué y lamí su cuello haciendo que el sangrado paré, su pulso era débil, seguía en su forma lobuna pero noté que Akira también estaba perdiendo la batalla. ¿Qué se supone debía hacer? Aullé y mis lobos, mis compañeros, mi pueblo terminó de aniquilar a los pocos vampiros que quedaban mientras otros huyeron felices de ver así a mi Luna. Rápidamente todos volvieron a sus formas humanas, bajaron la cabeza en respeto. Miré a mi padre, sabía que haría y pronunció las palabras adelantándose. -Yo Daniel Kald Morris renunció a mi cargo como alpha cediéndole mi lugar a mi primogénito Aiden Jared Morris, quien con orgullo y dedicación cuidara a la manada, a los suyos protegiéndolos hasta tener a su sucesor. -pronunció mi padre, todos exclamaron euforia- Sirve con honor hijo mío.  Asentí y volví a mi forma humana, me pasaron un pantalón rápidamente y como pude me vestí poniéndome de pie. Todos hicieron una reverencia, no solo bajaron su cabeza.  -Yo Aiden Jared Morris como nuevo alpha, declaró la guerra a los vampiros y juro vengar a cada caído de mi pueblo y manada. -dicho eso todos gritaron aprobándolo- Miré a mi madre, necesitaba la sanadora de la manada para atender con urgencia a Zafiro, jamás hubiera esperado ese tipo de coronación pero la situación se nos estaba yendo de las manos. Rápidamente apareció una anciana que por suerte había sobrevivido a la reciente lucha, miró a mi hermosa mate y negó con la cabeza. Miré a Zafiro quien ya se encontraba en su forma humana y la tapé con una manta que Alekey me pasó. -Llévenla a una cama. -ordenó- Iré por mis elementos. Inmediatamente lleve a Zafiro a mi casa y la acomodé en mi cama, luego de unos minutos llegó la anciana que por cierto se llama Merryl. -Escuche Alpha... -dijo y me miró a los ojos- La loba de su mate, está inconsciente. -pronunció y sentí a Seth aullar con dolor- Quizá esto suene apresurado o tal vez no sea el momento. -continuó y la mire confundido- Tendrá que marcarla de inmediato, han adormecido a su loba y prácticamente perderá a ambas si sigue pasando el tiempo. -confesó y abrí mis ojos sorprendido- -¿Marcarla? Necesito el permiso y autorización de mi mate para ella sino el vinculo no se completa. -murmuré y ella asintió- -Lo sé alpha. Debemos arriesgarnos. -dijo y me sentí desfallecer- -¿Y si no funciona? -pregunté- ¿Qué pasará? -Se deberá buscar al vampiro que la dejó en este estado. Maldije internamente, el maldito se había escabullido y ni había rastros de el. Su aroma no había quedado impregnado en Zafiro, por lo cual prácticamente había desaparecido después de morderla. Zafiro tiene que amarme tanto como yo a ella para que el vinculo sea completo y firme.  -Voy a marcarla. -dijo y todos los presentes me observaron- Necesito que me dejen solo con ella. Mis padres, Zack y las hermanas de mi mate salieron de la habitación. Merryl me miró y asintió. -Espero que con esto baste. -dijo y salió dejándome solo- Miré a Zafiro, estaba pálida y sus labios tenían un leve tono morado. Sentía sus latidos débiles y casi ni podía percibir a Akira, Seth lloriqueaba en mi mente. -Perdona por esto preciosa... -dije con mi voz quebrada- Quería que fuera especial y no que sucediera así. Quería demostrarte cuanto te amo Zafiro y que tu me correspondieras, ruego me ames como yo lo hago... -hablé casi en un susurro- Mis ojos se tornaron negros y deje mis caninos crecer, Seth gruñó. Estaba disgustado con la idea pero todo era por salvar a nuestra mate. Me coloque a horcajadas sobre Zafiro, metí mi cabeza entre el hueco de su cuello y hombro, aspiré su aroma y clavé mis colmillos filosos sobre la marca que había dejado el vampiro, sentí el sabor metálico y delicioso de su sangre en mi boca, entonces me aleje de ella esperando sentir el vinculo. Continuará... 
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