[DANE] Son más de las ocho de la noche cuando llego a la puerta de la casa de la familia de Keira, y si, tuve que inventarme alguna excusa para no tener que decirle a mi esposa que vendría a hablar con su padre porque así me lo ha pedido él, pero es que de verdad no quiero que se preocupe más de la cuenta; mucho menos que vuelva a enfrentarse a él por mí. Un poco nervioso, toco el timbre y espero pacientemente a que me abra sabiendo que es el único aquí ya que su esposa se ha quedado en el hospital con Sara. Respiro profundo, observo a mi alrededor e intento relajarme para que mis nervios no sean tan notorios, pero al escuchar la puerta abriéndose, fallo una y mil veces, me giro para quedar de frente, y allí está Gabriel. Sus ojos azules al igual que los de mi esposa me analizan de pie